Santa María la Real de Nieva está ahora inmersa en la celebración de sus fiestas en honor a su patrona, Nuestra Señora la Virgen de la Soterraña, y el Ofrecimiento de los Cirios es una de sus tradiciones más relevantes, que se remonta a tiempos de Enrique IV. Así, este miércoles, y como cada año, los cirios se trasladaron desde las calles Segovia, Miguel Ibáñez, Mayor y Ochando hasta la Iglesia donde las pedidoras de cada una de las vías realizaron los característicos cantos en el interior del templo a la popular ‘Morenita’.
Dos pedidoras -ataviadas con el traje tradicional o con la mantilla española- en representación de cada una de las cuatro calles principales de la población recaudaron fondos destinados a la cofradía de la Virgen de la Soterraña. Además, los vecinos de cada una de las calles llevaron un cirio a la virgen que fue transportado por dos jóvenes vestidos con trajes típicos. Al salir cada uno de los cirios de las tres primeras calles, tocó la banda de música de Coca para que la gente bailara y tomara el refresco que ofrecían las pedidoras.
Al llegar a la iglesia, el párroco recibió el cirio que fue conducido hasta el altar mayor tras dar una vuelta por el interior de la iglesia. En ese momento cesó la música y, tras el silencio que impuso el ‘toque de la esquililla’, una ‘cantarina’ acompañada por una pandereta entonó unas coplas en honor a la virgen para pedirle favores o agradecerle los ya recibidos.
Este acto fue declarado en 2014 ‘Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial’ por el Instituto Manuel González Herrero de la Diputación de Segovia, que se ocupa de conservar estas tradiciones que componen el patrimonio inmaterial del municipio.
