No sé porqué, últimamente al despertarme y solo por un “instante”, me da por sonreír. La mueca de complacencia me dura justo hasta el mismo momento en que racionalizo y de nuevo me ubico, en el bucle de la dinámica doméstica en el que se ha convertido la realidad de nuestros días. A poco que uno se informe, sabrá que para dejar de sonreír, hay más que de sobra motivos. La conciencia sobre lo que acontece en el mundo exterior de la mano del impúdico oportunismo político, invita a regresar, de ser posible, a la modorra anestésica de la que venimos para poder aferrarse de nuevo al sueño, haciendo mucha pereza, tapándose uno bien la cabeza, estirando brazos y piernas para darse después por la cama, un mínimo de un par de vueltas, que siempre serán muchas menos de las que da la propia vida y el devenir de los acontecimientos ¿Acaso se imaginaba alguien a un General de la Guardia Civil dando ruedas de prensa y reconociendo (textual) “estar trabajando para minimizar ese clima contrario a la gestión del Gobierno”? Pues eso; que aunque luego lo desmienta un ministro, el General fue lúcido y bien clarito lo dijo. Creo que con ello se va barruntando quién tiene todas las papeletas para ser la primera víctima del “bulo maldito”(dándole la vuelta al título) De todas maneras, eso de poner uniformados en las ruedas de prensa junto a políticos, qué quieren que les diga, es todo un compromiso. Luego saben que se hacen “incómodos paralelismos”.
Nunca se había visto la izquierda política tan desbordada en el virtual frente de batalla propagandístico de “fakes” o de “news”, que se anda cociendo en las redes y por ende, en el internet, que ya de por sí suele estar bastante calentito. Saltan chispas desde el “cara libro” aquel, pasando por el de los “chats”, hasta ese otro del “pajarito”. Para algunos de cierto ala político, ir perdiendo esta batalla en el que hasta ayer mismo era “terreno amigo”, no es solo como “ir perdiendo en casa un simple partido”, no, esto es como cuando el Barça va al Bernabéu y no solo gana, además, va y te mete cuatro o cinco. Los maestros de antaño, los del “miente que algo queda” y los de “la mentira es un arma política” (la verdad es que Lenin dijo “arma revolucionaria”) se están viendo sorprendidos y conociendo tan bien como conocen el grado de credibilidad que puede llegar a adquirir y el daño que infringe cualquier enunciado en las redes, independientemente de su verisimilitud, pues están un tanto intranquilos. Bulo o no, a diario se reparte badana por un lado y por el otro, se ponen las pilas los del “servicio mediático” empleándose a tope para intentar mitigarlo en unos tiempos difíciles por muchos motivos y en los que hay demasiada ciudadanía en casa, indignada o aburrida y como no: “retwitteando”… habiendo tiempo, ganas y teniendo siempre a mano algún dispositivo pues… Así que unos andan como locos por contrarrestar y crear una Internet estrechamente vigilada por aquellos que sin más condición de idoneidad que el de ser amigos, actúan de comisarios “para proteger al común”, al que tratan como si no tuviese la mínima capacidad de discernimiento o fuésemos todos por la vida con un criterio ínfimo. Ni sé ni el alcance, ni los parámetros que contempla “el proyecto legislativo” ¿Tendrán los subversivos que salir corriendo a cerrar cuentas de perfiles falsos y borrar todos los comentarios críticos? Y teniendo en cuenta que una vez colgado el “bulo” en el pasado y en la actualidad, este siga desbocado hacia nuevos destinos ¿tendrá carácter retroactivo?
Independientemente de que a simple vista este panorama parezca el típico donde algún político sólo desea percibir en las redes el eco de sus propios designios, no parece que esto le quite el sueño a los españolitos. Yo mismo, por ejemplo, que sueño de manera nítida y realista todas las noches. Incluso si despertándome por cualquier motivo, abro los ojos un instante y pierdo el hilo, en el momento que me vuelva a quedar dormido, soy capaz de recuperar la línea argumental del sueño del inicio. Esto último nunca me había sucedido. Me refiero a ser capaz de recuperar el tema del asunto onírico y darle continuidad en la misma coyuntura en la que este se viese interrumpido. A lo mejor por eso al despertarme por un instante sonrío y debe responder esta dinámica a quién sabe qué tipo de estímulos desconocidos ¿será por los ansiolíticos?
