Nadie que alcanza el éxito acierta a explicar cómo se consigue la gloria. Tampoco la exitosa escritora y doctora en filología inglesa, María Dueñas (Puertollano, 1964), que con solo tres obras publicadas —“El tiempo entre costuras” (2009), “Misión Olvido” (2012) y “La Templanza” (2015)— goza del fervor de los lectores, el amparo de la crítica, y sabe lo que es encabezar las ventas en España y en casi toda América Latina. Sin olvidar que su primera novela, que mutó a serie televisiva, cosechó un sonado triunfo en la pequeña pantalla.
Con apabullante humildad, con suma naturalidad, habla de su éxito María Dueñas, que ayer protagonizó el preludio de Hay Festival, en el patio del Palacio de Quintanar. “A los lectores hay que conquistarlos uno a uno y este tipo de encuentros me encantan, esta cercanía (…) pueden ser muchos ejemplares vendidos, pero poner cara a mis lectores, ese efecto que ves delante de ti, me gusta”, confiesa la escritora, en declaraciones a los periodistas, momentos antes del acto, donde mantuvo una conversación con la directora de la Fundación Lara, Ana Gavin.
Dueñas no acierta a precisar cual es la clave de su éxito, quizá por la prudencia que siempre acompaña la modestia, aunque de sus manifestaciones a la prensa y en la conversación con la editora se filtraron las causas de tamaño triunfo literario —solo de “La Templanza se han editado medio millón de ejemplares, con una excelente acogida en España y Latinoamerica—. Ahí está la innegable pasión que vuelca la escritora en sus novelas —un entusiasmo que ayer demostró Dueñas, siempre con una amplia sonrisa, en su participación en Hay Festival—, unida a una rigurosa labor previa de investigación y documentación histórica, que alcanza hasta el más mínimo detalle, fruto de una metodología de trabajo que aplicó en sus 20 años de docencia. La experiencia académica le ha servido para crear historias de ficción de manera planificada, metódica y con rigor histórico, según confiesa, aunque todo sería estéril sin esa pasión en contar historias. “Hay escritores que se sientan a escribir y según les llega la inspiración arrancan y crean novelas de músico éxito, cada maestrillo tiene su librillo, para mi el proceso de escritura es muy satisfactorio, disfruto muchísimo, aunque también con una organización y un esquema de trabajo me siento cómoda”, afirma.
La ilusión envuelve también “La Templanza”, obra de la que, tras la conversación con la responsable de la Fundación Lara, se hizo una lectura pública de varios fragmentos por parte de autoridades, periodistas y amantes de la lectura. De “La Templanza”, que narra la historia de Mauro Larrea, un español que tras hacer fortuna en las minas de México y tras pasar por La Habana, acaba, por azar, en Jerez de la Frontera, que a mediados del XIX vive el apogeo de las grandes bodegas, “es un proyecto en el que he volcado toda mi ilusión”.
Sin mirar atrás, sin estar espoleada por sus dos triunfos anteriores, Dueñas afrontó su tercera novela como “empezar de cero”. “Vuelves con todas las ganas de seducir a los lectores, con honestidad y humildad, pero es empezar de cero, hay que conquistarles uno por uno”, insiste.
El éxito de “El tiempo entre costuras” y “Misión olvido” ha equiparado a Dueñas con sus personajes, en constante movimiento, como Sira Quiroga, la costurera que migra de España a Tetuán, la profesora Blanca Perea que emigra a California, o ahora Mauro Larrea, que de México migra a La Habana y después a Jerez. Con la promoción de “La Templanza”, Dueñas recorre España y toda América Latina. Hace apenas dos semanas regresó de Panamá y el lunes vuelve a Brasil. “A mis personajes les pasa que la vida les da golpes que les hacen ponerse en movimiento, en mi caso son golpes de buena fortuna y ahora, como ellos, estoy de aquí para allá”, afirma.
Donde no piensa volver es al mundo académico, según confesó ayer. Profesora de la Universidad de Murcia en excedencia, la escritora ve difícil volver a las aulas porque carece de reserva de plaza y su trabajo como escritora, unida a la promoción de sus novelas, le impide ofrecer “el cien por cien”. “Fueron 20 años de actividad académica, muy enriquecedores, extrañables, pero he abierto esta puerta, me siento muy cómoda en el mundo de la literatura y voy a seguir”, comenta.
No será hasta el mes de enero cuando concluya la promoción de “La Templanza” y, como aseguró ayer, “entonces me encerraré” para escribir su próxima novela, de la que “aún no tengo un proyecto cerrado, aunque estoy pensando cosas”. “El tiempo entre costuras” se trasladó a una serie de televisión y arrastró la complicidad del gran público. Dueñas confesó ayer que “no hay un proyecto cerrado, nada en firme” para llevar “La Templanza” a la pequeña pantalla, aunque “ahora que la obra está escrita y publicada, no cierro puertas”.“Mi idea no era escribir un proyecto de guión televisivo, sino escribir una novela con alma de novela, que tomara su propio vuelo y llegara a los lectores”, apuntó ayer.
Dueñas no eludie responder cuando se le pregunta por los efectos de la crisis en el mundo editorial. “El tiempo entre costuras” se editó en 2009, en plena crisis, y la edición inicial se ajustó a estas circunstancias, algo que no se ha producido con su última obra, donde la tirada ha sido “enorme”. “Con esta crisis tan lamentable que hemos tenido en este país el sector editorial se ha visto afectado, se ha notado en el descenso de ventas y publicaciones”, aunque “las ganas de leer no flaquean, todos tenemos ganas de que nos cuentan buenas historias, de que nos traigan libros que nos seduzcan”. Y es que Dueñas cree que “las ganas de leer y el amor por las letras no acaba nunca”. Eso es pasión, quizá una de las claves para alcanzar el éxito, no solo en la literatura.
