“Entre el cielo y el suelo” es el título de uno de los discos más celebrados del grupo ‘Mecano’. Entre el suelo y el cielo es la distancia que separó, ayer, el estado de ánimo de los vecinos de Remondo entre primera hora del día y cuando, poco antes de las diez de la mañana, se supo que el número 75.869, precisamente el que vendía el bar-restaurante “El Rincón de Ana”, había logrado un quinto premio de la Lotería Nacional.
Fue un subidón. En un instante, Remondo, el pueblo de menor altitud de la provincia de Segovia, subió al cielo para permanecer allí durante todo el día, olvidando la crisis económica, que se ha llevado por delante a la mayor empresa de la localidad, ASA [Puertas y Ventanas de PVC], dejando sin trabajo a casi una veintena de trabajadores.
Cada vez que vendía un décimo del 75.869, José Ignacio González, dueño de “El Rincón de Ana”, solía decir al cliente: “¡Qué suerte vas a tener!”. Ayer, él estaba viendo el sorteo por televisión cuando salió el 75.869. “¡Es el nuestro!”, gritó.
Efectivamente, era el número que él llevaba en el bolsillo, el mismo que había despachado en su establecimiento a varios centenares de vecinos de Remondo, Fresneda, Mata de Cuéllar, Sanchonuño, Íscar… “El premio está repartidísimo”, repetía una y otra vez.
Desde que hace diez años se abrió “El Rincón de Ana”, el establecimiento vende lotería. Aunque la mayoría de sus clientes son de Remondo (334 vecinos empadronados en el año 2009), también acuden de otros pueblos de la comarca, atraídos por el bacalao con pisto de berenjena que elabora la esposa del propietario, Ana Isabel Núñez —que da nombre al negocio— e, incluso, numerosos camioneros que, tras cargar en la comarca de El Carracillo, paran para comer el menú del día.
Entre esta variopinta clientela “El Rincón de Ana” fue repartiendo los décimos del 75.869 que previamente había adquirido en la Administración de Lotería de la cercana localidad vallisoletana de Íscar. El matrimonio y sus dos empleadas despacharon en poco tiempo “algo más” de mil décimos.
Cada portador de un billete se llevará 5.000 euros. “El Rincón de Ana” ha distribuido, pues, más de cinco millones de euros. El dueño del bar se emocionaba ayer al pensar tal cifra, capaz de llevar la felicidad a una amplísima comarca.
La noticia corrió como reguero de pólvora, y “El Rincón de Ana” se convirtió en centro de reunión y de celebración del premio. José María Gamarra, el alguacil del pueblo, vio jaleo y echó a correr hacia el bar-restaurante. “Mis dos décimos (10.000 euros) serán para mis hijas”, decía, exultante. Cada vez que alguien entraba por la puerta del bar, el personal coreaba un larguísimo “¡Eeeeeee!” festivo. Las botellas de champán se descorchaban y los brindis se sucedían de forma incesante. Los jóvenes andaban ya a mediodía cubata en mano, mientras los mayores, más contenidos, les miraban con gesto sonriente, al tiempo que rememoraban cuando tocó ‘el Gordo’, hace cuarto de siglo, en Íscar. Juan José García, de Remondo, se enteró de la noticia en el Hospital Clínico de Valladolid, y decidió citarse de inmediato con Claudio Recio, del pueblo de La Seca, al que debía un décimo de los premiados. Ambos se abrazaron efusivamente al verse, sellando una amistad que a partir de ahora será inquebrantable.
De Remondo, el décimo ha salido a multitud de lugares de España. Más de uno se llevará una sorpresa cuando descubra el regalo. Es, por ejemplo, el caso de la tripulación del último avión que tomaron los propietarios de “El Rincón de Ana”. “Se portaron de maravilla con nosotros —decía José Ignacio— y les regalamos dos décimos”.
Esta noche, Remondo ha dormido feliz. Ya lo decía ayer su alcaldesa, María José González: “No habrá casa en Remondo que no haya recibido algo de este premio de la lotería”. De la situación de la agricultura, de la que vive el 80% de los vecinos, se hablará otro día, al igual que de la crisis económica. Ahora toca disfrutar, levantando la copa por el 75.869.
