Las intensas lluvias de la borrasca Jana, unidas al deshielo de la nieve en la sierra, terminaron por pasar factura en diversas zonas de la ciudad en una jornada de sábado que puso a prueba a los servicios de emergencia y que acabó provocando las temidas inundaciones en el barrio de San Marcos, pero también en diversos puntos de la provincia puesto que los ríos Eresma, Moros y Cega alcanzaron umbrales máximos durante la tarde del sábado.
Uno de los puntos por el que más se temía la crecida del Eresma era en la Casa de la Moneda, donde finalmente mediada la tarde acabó entrando el agua que en poco tiempo alcanzó los 40 centímetros de altura en su interior, afectando al museo de Elías de Andrés. En ello tuvo mucho que ver el hecho de que el río llegara a tener una altura máxima de 3,79 metros en el punto de control de la Confederación Hidrográfica del Duero que durante la mañana del sábado había venido avisando de la tendencia al alza del caudal del río.
La inundación llevó a los bomberos a trabajar con electrobombas en las labores de achique, y a los servicios de emergencia a mirar de reojo la Alameda del Parral y la de La Fuencisla y los caminos aledaños, porque el río terminó desbordando su cauce en esa zonas, aunque paulatinamente fue descendiendo en su caudal .
Pero, más allá de la esperada inundación del Eresma, los servicios de emergencia de la ciudad tuvieron que afrontar una larga veintena de incidentes que se registraron durante la jornada por culpa del temporal, destacando la caída de un hombre de 80 años por la fuerza del viento en la avenida Juan Carlos I. El hombre fue atendido por la Policía Municipal y trasladado al Hospital General de Segovia.
En el capítulo de las incidencias no faltaron las caídas de ramas de árboles, los vuelcos de contenedores e incluso la caída de un nido de cigüeña o la rotura de un semáforo en Vía Roma que obligó a la actuación de los bomberos, que en la festividad de su patrón, san Juan de Dios, tuvieron trabajo extra.
El fuerte viento provocó la caída de un hombre en la avenida Juan Carlos I y diversas incidencias de caída de ramas
Las localidades de la provincia más cercanas a la sierra también pasaron por diversas incidencias. Así, los servicios de equipos de Acción Territorial de la Diputación tuvieron que trabajar de firme en diversas carreteras de la provincia que llegaron a estar cortadas bien porque estaban anegadas como la SG-V-7221 entre Ortigosa y Otero de Herreros, la que une Rebollo con Arevalillo de Cega o la de Prádena a Castroserna; o bien por la caída de árboles como sucedió en la la SG-V-2313 entre Rebollo y Pajares de Pedraza, o en el alto de Navafría, haciendo límite con Madrid, en una incidencia que llevó a la Subdelegación del Gobierno a solicitar a la ciudadanía a través de sus redes sociales que permanecieran en sus domicilios.
No sólo la lluvia generó problemas en distintas localidades de Segovia, ya que el fuerte viento propició que en distintos puntos de la provincia se alcanzaran rachas más que destacadas. Así, en la estación de esquí de La Pinilla se registró la racha de viento más fuerte de España con 160 kilómetros por hora, mientras que en el Puerto de Navacerrada se alcanzaron los 127 kilómetros por hora, y en Pedraza los 115. En cuanto al volumen de las precipitaciones, en San Rafael se recogieron 73,8 litros por metro cuadrado, 72,4 en el Puerto de Navacerrada y 57,4 en La Pinilla.
Los problemas tanto en la ciudad como en los municipios más cercanos a la sierra contrastaron con la relativa tranquilidad que se vivió en las localidades más al norte de la provincia, que llegaron a celebrarse actividades al aire libre con normalidad. Así sucedió en municipios como Cuéllar, Cantalejo o Sepúlveda, que no sufrieron los problemas derivados de un temporal que sí afectó a la capital y a diferentes localidades cercanas a la sierra, sobre todo, al municipio de El Espinar, aunque ya por la noche, el desbordamiento del río Milanillos obligó al cierre de uno de los accesos al Polígono Industrial Nicomedes García, en Valverde del Majano.
