Así titulaba este periódico, el sábado 15 de diciembre de 1973, porque en aquella fecha el Polígono Industrial “El Cerro” todavía no había sido entregado por la Gerencia de Urbanismo al Ayuntamiento.
Muchos, demasiados años han pasado, y todavía hoy las quejas de los industriales allí establecidos son continuas. La Gerencia anunció, en agosto de 1965, la subasta de obras de “Urbanización (explanación y pavimentación, saneamiento y distribución de aguas) del Polígono El Cerro de la Horca, de Segovia”. El lugar, así llamado entones, elegido por los industriales promotores, era un amplio espacio junto a la carretera Segovia-San Rafael-Madrid. Sobre tan sorprendente nombre, aunque cabe una suposición, consulto al cronista de la Ciudad, Antonio Ruiz Hernando, que es quien sobre la misma sabe casi todo (porque si digo todo, que es verdad, me va a regañar). El buen amigo me responde que en el plano de Joaquín de Odriozola, de 1901, aparece, con toda nitidez, el Cerro de la Horca, así denominado por ser el sitio donde se ejecutaba la pena capital. “La última ejecución –añade- si mal no recuerdo, fue la del francés triste protagonista del suceso de la llamada Casa del Crimen”.
Años después, en mayo de 1970, el Ayuntamiento hizo público un acuerdo de la Dirección General de Administración Local por la que se autoriza cambio del nombre del paraje denominado Cerro de la Horca por el de Polígono Industrial El Cerro.
El polígono ha sido bien conocido por este periódico, que durante un tiempo ocupó una de sus parcelas.
El paso de los años ha ido dejando muchas señales del mal estado de las vías del polígono y adyacentes, incluyendo sus accesos. Ahora parece que el nuevo equipo de gobierno tiene buenas intenciones hacia el lugar, pues ya se han realizado algunas obras en la calle de Guadarrama, considerada como acceso principal al polígono, donde asimismo se encuentra instalado el Cuartel de la Policía Local. Recordamos sobre dicho cuartel que el pleno municipal, en diciembre del 2022, dio luz verde para que se iniciara el procedimiento preciso para la construcción de otro adecuado, correspondiendo así a una moción que fue presentada por el Grupo Municipal del Partido Popular. Pero parece que han surgido nuevos problemas y el pretendido centro “tendrá que seguir esperando”. Y también tendrá que aguardar el polígono para “recibir” unas cámaras-chivato que provisionalmente se han tenido que colocar en el Paseo del Salón ante las continuas acciones de los repelentes gamberros “profesionales”. Añado el anunciado compromiso del equipo de gobierno de “fijar inversiones plurianuales en todas las áreas industriales” para ir atendiendo a sus principales demandas.
Vuelvo a diciembre del 2022: El entonces portavoz del PP defendió que la ubicación de la sede de la Policía ciudadana, en este lugar donde “lleva 25 años ocupando una nave industrial, es indigna”. Y el portavoz de Podemos pidió que el proyecto fuera cofinanciado por la Junta de Castilla y León.
Comprendo, digo una vez más, que todo son problemas para la nueva corporación –pues creo que cuantos la componen están obligados a trabajar en sentido positivo, incluso con sus desacuerdos-, pero asimismo hay que ser sinceros a la hora de reconocer que durante muchos años, muchos, se han hecho poquitas cosas (algunas muy importantes, eso sí), algo que venimos repitiendo, aunque pequemos de reiterativos y pesados.
La situación de Segovia está precisando unas notables inversiones monetarias, que supongo no será fácil conseguir en poco tiempo, por lo que a los “mandos” corresponde continuar analizando minuciosamente todos los proyectos pendientes, así como las no pocas sugerencia que les lleguen de la oposición, centros oficiales o de los mismos ciudadanos, entre los que, claro está, hay opiniones de todos los gustos y pareceres.
Y si a todo esto sumamos la también tan necesaria atención a los núcleos incorporados…¡¡Bueno!!
