Isabel la Católica, camino de los altares

El 13 de diciembre de 1474 en la ciudad de Segovia se proclamó reina de Castilla a la princesa Isabel. Aquí se había trasladado a la corte junto a su hermano Alfonso en 1461. Fijaría residencia en casa propia de 1465 a 1467. Volvería a finales de 1473 reconciliándose con su hermanastro Enrique IV en el Alcázar. Los segovianos podemos congratularnos por haber tenido viviendo entre nosotros a una de las personalidades más destacadas de la historia de la humanidad en ámbito cultural y político, también en el religioso, pero en éste último, se está tardando más en el merecido reconocimiento, porque Isabel no ha pasado hasta el momento de ser, en términos eclesiásticos, sierva de Dios. De acuerdo que hasta que no haya pruebas tumbativas de hechos que no tienen explicación natural no es posible recibir culto como beato en los lugares más relacionados con el candidato, y posteriormente como santo en toda la iglesia, pero que se retrase la declaración de venerable a la que se llega tras demostrar que se vivieron en modo heroico las virtudes, como en el caso que nos ocupa, sólo se explica por desidia o presiones. El proceso de beatificación y canonización de la reina se inició en 1957, llegándose a presentar, tras un titánico esfuerzo de investigación histórica, en la Congregación para las Causas de los Santos 100.000 documentos en 28 volúmenes. La llamada positio histórica fue aprobada en 1990. Lamentablemente en 1991 se paralizó la causa por petición de influyentes grupos judíos, ignorantes de lo que ocurrió para la salida de los judíos en 1492. Y así fueron pasando los años hasta que se constituyó en Valladolid la Comisión Diocesana de Beatificación de la Reina Isabel la Católica que preside el arzobispo Luis Argüello, y que dirige José Luis Rubio Willen. Esta comisión viene tomando interesantes iniciativas en estos últimos años a favor de la devoción popular difundiendo estampas para pedir favores divinos por intercesión de Isabel, dando a conocer su vida con publicaciones a nivel escolar, con la celebración de un simposio internacional en la Universidad Católica de Ávila en 2018 del que se han publicado las actas, haciéndose presente en las redes sociales. Ha organizado para el próximo mes de febrero una peregrinación a Roma en la que se recordará a la reina. Se trata de que en la ciudad eterna con el eco que ello puede tener en España e Hispanoamérica se vea que hay interés por esta causa que redundará en bien de la Iglesia, de España y los países hermanos. Ya hay milagros, curación de cáncer de páncreas, hemorragia cerebral masiva, entre otros, y favores por intercesión de Isabel, pero para que sean efectivos en pro de la reina, tiene que ser declarada venerable, y esto hoy por hoy es sólo cuestión de oportunidad. El Papa Francisco se ha interesado en más de una ocasión, le ha llegado el testamento de la Reina. No olvidemos que Isabel es tenida como la Madre de América, y que el actual Obispo de Roma es argentino. Ojalá pronto se reconozca lo que ya hace siglos cantaba Juan de la Enzina: Oh reina tan sancta, primor de mujeres.