La poesía está viva en Segovia. Interesa a personas de todas las edades y crece el interés por ella entre los jóvenes. La ciudad que acogió a grandes poetas como Antonio Machado es cuna de muchos autores, no suficientemente reconocidos en su propia tierra, algunos de ellos con varios libros publicados y una dedicación, una necesidad casi vital de escribir poemas, que ayer tuvo una pequeña recompensa de la mano del club de lectura ‘Espacio abierto para la poesía’, uno de los 17 clubes, la gran mayoría literarios, que acoge la Biblioteca Pública de Segovia.

A este club de lectura, coordinado por Pedro Peirotén e Isidoro Oliveros, pertenece el poeta Norberto García Hernanz, organizador hasta 2015 del Día Internacional de la Poesía en Segovia, quien propuso celebrar algo especial este año, a partir de una convocatoria abierta a la participación en un recital de poesía que ha tenido una gran aceptación.

Con un lleno casi absoluto, en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Segovia se escucharon ayer por la tarde poemas de autores clásicos como León Felipe, Gabriela Mistral, García Lorca… alguno de autores jóvenes como Sara Búho o la segoviana Elvira Sastre y, sobre todo, una muestra de la obra poética de 17 segovianos o personas vinculadas a la provincia. En total participaron en esta fiesta de la poesía 30 personas, entre poetas y rapsodas; es decir, recitadores o quienes declaman poemas de otros.

Ha sido un gran colofón, en una semana, la del Día de la Poesía —que se conmemora el 21 de marzo— en la que se han conocido buenas noticias para la poesía en Segovia y para poetas segovianos. Si el martes Hugo Martín Isabel (La Granja de San Ildefonso, 1996) recogía el Premio Nacional de Poesía Joven Grande-Aguirre 2023 en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, al día siguiente, el miércoles 22, se hacía público que otra segoviana, Violeta Gil (Hoyuelos, municipio de Santa María La Real de Nieva, 1983), ganaba el XX Premio de la Crítica de Castilla y León por la obra ‘Llego con tres heridas’, que aunque es una novela “tiene una carga poética importante”, según el portavoz del jurado, Carlos Aganzo. No en vano, Gil, en una entrevista publicada en El Adelantado en agosto de 2021, confesaba que desde adolescente supo que se dedicaría a las artes escénicas y a la poesía.

La Unesco adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro.

Sus responsables insisten desde entonces en conmemorar una de las formas más preciadas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad. La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y en todos los continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz. Por eso, el Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios.

Un evento especial

Norberto García Hernanz explica que el evento del Día de la Poesía en la Biblioteca Pública se ha diferenciado de otros como, por ejemplo, los de micrófono abierto, en los que en ocasiones se invita a un poeta consagrado y luego se abre a la participación espontánea, en que en este caso se ha hecho, con un mes de antelación, una convocatoria para cerrar el número de participantes, divulgándola entre el club de lectura pero también en redes sociales y echando mano de su propia agenda de poetas de Segovia.

De esta manera se ha conseguido acotar mejor la duración del acto y, además, ha habido dos partes diferenciadas: una primera en la que 13 declamadores, “gente que recita muy bien”, según García Hernanz, recitó poemas de otros poetas, y una segunda en la que los 17 poetas locales dieron a conocer obras suyas, con intervenciones de una duración no superior a los tres minutos.

En el primer grupo estaban, por orden cronológico de los autores de los poemas, Rufino Blanco Matarranz (lectura de Joaquín Dicenta), Olimpio García Casado (León Felipe), Fuencisla Valverde Abad (Gabriela Mistral), Pedro Peirotén Peñaranda (Federico García Lorca), Sandra Riaboy (Elisabeth Mulder), Ángel Luis Zapatero Arenzana (Pablo Neruda), Isidoro Oliveros (Rafael de León), Gloria Molina Calvo (Gloria Calvo Nava), Victoria Pascual Ayuso (Julia Uceda), Mª Jesús Valverde Santo Domingo (Noémia de Sousa), Mauri Renedo Benito (Manuel Rivas), Mª Jesús Ferrero Rubio (Sara Búho) y Julián López Herranz (Elvira Sastre).

Los autores del segundo grupo son Pilar Pérez Merinero, Margarita de Frutos Giménez, Sonia Martín Giménez, Norberto García Hernanz, María Paz Plaza Santamaría, Mercedes Robledo Perela, José García Velázquez, Carmen Truchado Pascual, David de la Cruz Montero, Teresa Santos Bernardos, Amando Carabias María, Emilio Siegfried Villar, Jorge Marañón Sánchez, María Antonia Sanz Martín, Clemente Oria Martín, José Bayón Garcinuño y José Luis García Ruiz.

El coordinador del acto se mostraba “encantado, porque hay gente que estaba un poco desconectada de escribir y se han animado, están contentos de participar y me han comentado que está bien que nos volvamos a juntar y vernos las caras”.

García Hernanz sostiene, sin embargo, que la poesía en Segovia es una actividad más independiente que en otras ciudades como Valladolid, por ejemplo, donde hay grupos, tertulias y muchos eventos de micro abierto en establecimientos de hostelería aunque apostilla que, “de vez en cuando, como la primavera, florece” y destaca que el evento de ayer, “sin coste alguno”, es un ejemplo de que se puede hacer cultura sin necesidad de utilizar reclamos y “contratar a poetas como Juan Carlos Mestre o Elvira Sastre, que llenan mucho cuando, para las instituciones, parece que con los que llevamos muchos años en Segovia haciendo cosas es una lata o más pesado”.

Cree que el hecho de que Segovia sea una ciudad machadiana invita a ese tipo de homenajes y actos públicos en lo que con frecuencia se olvida a los poetas de aquí y ahora.

Norberto García Hernanz es autor de varios poemarios. A finales de 2022 presentó en Segovia, Madrid y Valladolid su hasta ahora último libro, ‘El ir de Nansen’, que toma como tema la mítica aventura del explorador noruego Fridtjof Nansen, a borde del buque Fram.

Desde la Biblioteca Pública de Segovia, Nuria Fernández ha indicado que el evento ha contado con la colaboración de la Diputación de Segovia, que ha cedido ejemplares de los poemarios del último Premio Gil de Biedma, que otorga la institución provincial.

Señala también el gran interés por la literatura en Segovia y concretamente el interés de los jóvenes por la poesía que se evidencia últimamente en los préstamos de este centro cultural que gestiona la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León.

Ese interés por la literatura queda constatado en los 18 clubes de lectura que acoge la Biblioteca, la gran mayoría literarios: hay tres de literatura contemporánea (‘Almudena Grandes’, Seguimos Leyendo, Lectura Libre), dos de clásicos: ‘Clásicos de la literatura’ y ‘Cervantes’, un club de Novela Negra, otro de lectura en Inglés, de Novela Histórica, ‘Herodoto’ (lecturas históricas), Atenea (lectura teatral) y cinco de lectura fácil en colaboración con las asociaciones Amanecer, Cruz Roja, AFA (Alzeimer), ACCEM y el Centro de Rehabilitación ‘Antonio Machado’, de periodicidad semanal o quincenal.

También la Casa de la Lectura, Biblioteca municipal de Segovia, acogió el martes 21, con motivo del Día de la Poesía, dos eventos, la inauguración de la exposición ‘La Mujer que duerme’, de Juan Cañas, con poesía, naturalista y romántica, y la lectura de un poema por parte de Hugo Martín Isabel, de su poemario ‘La sensibilidad enferma’, en formato virtual, ya que ese mismo día estaba fuera para recoger el citado galardón.

Tertulia en El Espinar

Cuenta la escritora madrileña Ana G. Novak que una de las cosas que le ha sorprendido de El Espinar, municipio donde reside desde el pasado julio, para bien, es “que hay una cultura muy rica y hay mucha gente que lee” y organiza eventos como la tertulia literaria ‘El libro del mes’, que coordina el también escritor y colaborador de El Adelantado Alberto Martín Baró. “He encontrado gente muy culta y muy interesada por la literatura; creo que no es fácil en un sitio pequeñito como El Espinar algo así”, asegura la primera.

Por su parte, Martín Baró recuerda con humor, que esta tertulia, ‘El libro del mes’ nació en enero de 2005 cuando, junto a un amigo, discutía sobre ‘El código Da Vinci’ en la Biblioteca Pública de San Rafael, en voz más alta de lo debido para la naturaleza del recinto y la bibliotecaria les llamó la atención y sugirió la posibilidad de crear una reunión allí mismo con otras personas amantes de la lectura para comentar los libros.

Han pasado más de 18 años. Ahora las reuniones se celebran en el restaurante El Espino del municipio una vez al mes y, aunque normalmente es el coordinador quien propone el título de la obra a leer, asegura que “acepto sugerencias porque somos muchas las personas adictas ya a la tertulia”. De hecho, comenta que en el correo colectivo que usa para informar de los eventos hay más de un centenar de ‘tertulianos’ aunque lo habitual es que en los encuentros mensuales, los asiduos sean entre 20 y 30.

La poesía, obviamente, no es ajena a ‘El libro del mes’, iniciativa que en no pocas ocasiones cuenta con la presencia de autores que, de forma desinteresada, se acercan a El Espinar para hablar de su obra con lectores y colegas. Entre los últimos poetas, por ejemplo, ha estado Javier Lostalé (Madrid, 1942).

Además, en la última tertulia, intervino la mujer de Alberto Martín Baró, Angelina Lamelas, también escritora y autora, entre otros, del poemario ‘Mujer en vela’ (publicado en 2019 por la colección Mirador, en Ediciones de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles AEAE). Dedicó su intervención a la figura y obra de José Hierro, que recibió en vida los premios Cervantes y Princesa de Asturias de las Letras, entre otros, y era académico de la Lengua.

Lamelas “tuvo amistad con Pepe Hierro y bastante conocimiento de su obra porque asistió varias veces a los cursos que daba en la Universidad Menéndez Pelayo de Verano, en el palacio de la Magdalena de Santader”, explica Martín Baró.

Uno de los libros de Angelina Lamelas, ‘Personajes de mi vida’, está dedicado a José Hierro. “Es un poema muy hermoso y esta tertulia sobre su poesía fue preciosa”, comenta el coordinador de ‘El libro del mes’.

Una de las habituales, al menos ha estado en una docena o más de estos encuentros literarios en El Espinar, es la escritora Marifé Santiago Bolaños, vinculada a El Espinar porque fue profesora de Filosofía en su instituto. Autora de ensayo, narrativa y poesía, es patrona de la Fundación María Zambrano y se considera discípula y divulgadora de su obra, entre la que destaca el pensamiento poético.

La relación de este grupo de buenos amantes de la literatura con autores vinculados a Segovia se extiende a otros escritores como Ignacio Sanz, que presentará su último libro en El Espinar el próximo mes de junio, o José Antonio Abella. Martín Baró dice que es muy recordada la presentación que este último hizo de ‘La sonrisa robada’, libro que recomienda encarecidamente