A la vista de las profundas discrepancias en asuntos cruciales uno se pregunta hasta cuándo aguantará la coalición de gobierno entre el PSOE y Podemos. La respuesta podría ser que hasta que Pedro Sánchez calcule que Yolanda Díaz ha podido articular el sudoku político del que habla. Quiere que se llame ‘Sumar’ pero nadie sabe muy bien en qué va a quedar la cosa. Sánchez esperará hasta poder contar con siglas a la izquierda del PSOE para que, llegadas las elecciones, compensen el desgaste que sufre el Gobierno. Unidas Podemos, en manos de Ione Belarra e Irene Montero, es una rémora política, pero Sumar todavía es una incógnita.
Sánchez se deshará de Podemos así que vea ventaja en romper la coalición. Y lo mismo hará Podemos sí así lo decide Pablo Iglesias que, aunque orgánicamente está fuera, sigue siendo el timonel de los morados. Las encuestas reflejan mayor desgaste en el caso de Podemos que el que sufren los socialistas.
Antes de la doble cita electoral de mayo es probable que unos y otros recurran de nuevo a las movilizaciones -con la sanidad en las pancartas- en aquellas comunidades en las que gobierna el PP, pero no es improbable que podamos asistir a manifestaciones por separado como ocurrió hace unos meses en relación con la polémica ley Montero del solo sí es sí que tiene dividido al movimiento feminista. En ese registro será esclarecedor lo que puede suceder el día 8 de marzo. Porque la víspera de ese día -que es símbolo de la lucha de las mujeres por la igualdad- habrá tenido lugar en el Congreso el debate para reformar la polémica ley Montero cuya aplicación ha permitido la excarcelación de una cincuentena de agresores sexuales y la rebaja de penas a más de cuatrocientos.
El PSOE defiende la urgencia de la reforma y Podemos se niega a tocar una coma, lo que supone un verdadero lío para Pedro Sánchez porque los morados cuentan con el apoyo de ERC, Bildu y el resto de socios de la investidura. La votación en el Congreso y el desarrollo de la manifestación van a servir de termómetro para poder avizorar el tempo que se conceden unos y otros para dar por liquidada la coalición que gobierna en España. Sin descartar que Sánchez anticipe la jugada y aproveche la salida de las dos ministras -Maroto y Darias- que van de candidatas a las municipales para remodelar el Gabinete, deshaciéndose de la componente morada manteniendo el sector Yolanda Díaz que tiene el respaldo de Izquierda Unida. Todo está un poco en el aire.
