La Comunidad Autónoma de Castilla y León, con una extensión de 94.224 Km2, pasa por ser la más extensa, no sólo del territorio nacional, sino del conjunto de la Unión Europea, superando en superficie a siete de los 27 estados miembros (Austria, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Irlanda, Luxemburgo y Portugal).
Tiene una población de 2.379.530 habitantes, es decir, la sexta comunidad de España en cuanto a población se refiere. Con 25 habitantes por km2 mantiene una bajísima densidad de población si la comparamos con el resto de España y el resto de países mencionados.
Entre 1950 y 2019, la región acumula una pérdida de millón de residentes (471.093 habitantes menos), es decir, una caída del 16,4%, a diferencia de la expansión demográfica experimentada en el conjunto del país (que en dicho periodo sumó 19,4millones de habitantes más, y un crecimiento acumulado del 69,5%). Por ello, la región ha perdido peso en el país, pasando de representar un 10,2% de la población española en 1950 a tan solo un 5% en 2019.
Es más, entre 2008 y 2021 ha perdido más de 175.000 habitantes aproximadamente, como si toda la población de Zamora desapareciera.
Y todo durante el mandato del PP cuya sombra de promesas incumplidas dura ya más de 34 años, desde que en junio de 1987 José María Aznar ganara las elecciones.
Incluso Alfonso Fernández Mañueco en su programa electoral hablaba, que una de las prioridades de su Gobierno sería la lucha contra la despoblación. Menos mal.
Respecto al crecimiento vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones), se ha pasado a partir del año 1988, 27 años antes que el resto del país, a registrar menos nacimientos que defunciones. Desde ese año, la situación no se ha invertido, tampoco en fases de atracción demográfica o rejuvenecimiento inducido por la inmigración, que, por cierto ha aumentado exponencialmente en los últimos años, llegando casi a los 200.000 inmigrantes en Castilla y León. De ellos, más del 75% son rumanos, búlgaros y marroquíes.
Un fracaso en toda regla, y una inacción palpable de medidas que fomenten la natalidad.
Por eso Vox denunciará y dejará en evidencia la inacción de un PP
Ahora con las elecciones del próximo 13 de febrero, te hablaran de aquello que dicen haber hecho, pero que en realidad no hicieron. No lo hicieron porque no quisieron, porque forman parte de esa Agenda 2030, que te dicta lo que tienes que hacer, qué comer o cómo vivir con el propósito de sustituirnos por esa inmigración masiva que no se adapta a nuestra forma de vida. Prefieren eso antes que fomentar la natalidad y medidas fiscales y sociales para las familias.
Para finalizar, habrá que analizar el verdadero motivo de convocarlas en febrero. Uno de ellos, pudiera ser el hecho de que en marzo de este año el anterior expresidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, testifique en el juicio del caso Perla Negra, sobre el sobrecoste de más de 200 millones de euros en la adquisición de un edificio público.
Por eso Vox denunciará y dejará en evidencia la inacción de un PP que durante más de 34 años ha pensado más en sus sillones que en los castellanoleoneses. Quizá por eso, por miedo e inseguridad, no nos dejan intervenir en los debates. Recurriremos.
(*) Diputado de Vox por Segovia.
