Señora directora:
No podemos dejar que en Segovia pase desapercibido el primer centenario del nacimiento del Papa San Juan Pablo II. El 18 de mayo de 1920 abría sus ojos en el pequeño pueblo de Wadowice a 50 kilómetros de Cracovia. Imposible hacer una breve semblanza de quien fue estudiante, actor, obrero, fugitivo, sacerdote, profesor universitario, obispo, cardenal y finalmente Papa. Imposible resumir sus gestos, su doctrina, su mensaje, sus viajes, su propia santidad y coherencia de vida. Una vida de película que animo a conocer en cine, libros, escritos, en testimonios de testigos que le conocieron.
Yo soy de la generación Juan Pablo II. Participé en varios países en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), legado valiosísimo de este Papa para evangelizar a los jóvenes. Hemos coreado «Juan Pablo amigo, los jóvenes contigo», el grito más habitual de los españoles en estos encuentros. Hemos escuchado su propuesta valiente: “Se puede ser joven y moderno y, a la vez, profundamente cristiano”
Le hemos visto gastarse y desgastarse por la Iglesia, por la persona, por la verdad, por la familia. Hemos visto su compromiso con la paz. Sin duda marcó una época.
Polonia ofrece muchas iniciativas para conmemorar el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II .http://www.jp2online.pl/. Desde aquí, sean estas breves líneas homenaje y agradecimiento a este coloso de la humanidad, gigante de la Iglesia, único pontífice que (hasta la fecha) ha puesto sus pies en Segovia y ha doblado sus rodillas ante la imagen de la Virgen de la Fuencisla.
Dra. María Ángeles Martín del Pozo, Campus Público María Zambrano
