Han pasado más de quince días desde que se detectó el primer caso de coronavirus en Segovia, y la Plataforma en Defensa del Hospital Policlínico se ha mantenido en un prudente silencio, para que no se nos pudiera tachar de oportunistas.
Sin embargo, la visita del presidente de la Junta de Castilla y León a la ciudad, y las peticiones que le han hecho nuestros representantes políticos, evidencian la superficialidad con la que se están tratando los problemas de los administrados y la falta de compromiso de esos políticos que —salvo excepciones— sólo piensan en meterse en aquello que esté a su alcance controlar y no en problemas que puedan poner en riesgo su futuro político y en definitiva sus intereses personales.
Así que ya no podemos callar más. El sistema sanitario en Segovia es absolutamente preocupante, con un 38% menos de camas hospitalarias que la media del resto de la Comunidad. Las medidas de prevención que se están tomando ayudarán en parte al control de la epidemia, pero ahí está el interrogante de qué pasaría en nuestra provincia si ésta u otra epidemia se descontrolase.
El Colegio de Médicos, en declaraciones recientes ha avalado la postura de esta Plataforma reconociendo la necesidad de camas de estancias medias. Con todos los problemas que tenemos y el actual añadido ¿qué hacemos con un solo hospital? El dato añadido de que contamos con el número más bajo de la región en cuanto a médicos por habitante, tampoco es para tranquilizar.
Lo grave es que esta alarma no es ahora precisamente por el coronavirus, porque esta Plataforma ha denunciado de todas las formas posibles que la situación de Segovia en el aspecto hospitalario es insostenible y que se está poniendo en peligro día a día nuestra salud. Tenemos un hospital en el que se ha prescindido de un 40% de habitaciones individuales con respecto de la proyectadas en su momento, lo que conlleva un grado de riesgo sanitario elevado al juntar en una misma habitación pacientes con patologías diversas que en muchos casos exigirían una individualidad por criterio clínico, por no hablar de los aspectos de dignidad humana que según en qué situaciones también se hace imprescindible.
Y volviendo al coronavirus, tampoco nos está tranquilizando la falta de noticias respecto a medidas en planificación sanitaria en términos de logística. Porque estamos perfectamente informados de las medidas de higiene aconsejadas para la situación actual, y de las que se están tomando tanto en el plano laboral como en todo lo relacionado con el ocio (por cierto, poniendo toda la carga de responsabilidad en el ciudadano y en su colaboración), y sin embargo no nos están haciendo partícipes de lo que está haciendo la Administración en el ámbito sanitario local en el momento actual y de cara a un posible aumento del número de afectados.
Como Segovia es muy pequeña, sí que nos llegan noticias de las altas que se están dando de manera precipitada a pacientes en situación de mucha debilidad, con la excusa de evitar un posible contagio, algo que no ocurriría si se contara con un número adecuado de habitaciones individuales. También nos llega que la situación de las urgencias es demencial; ya de por si es inaceptable que en los últimos tiempos se esté dando por buena una situación en la que se utilizan los boxes para atender a dos incluso tres pacientes a la vez, pero que esa medida se mantenga en el escenario actual es claramente denunciable. Igualmente nos consta que en esas mismas urgencias solo se ha reforzado un colectivo de todos los que forman parte del personal.
Sin poner en duda que realmente estén disponibles el porcentaje de camas que la OMS recomienda tener vacías para eventualidades, lo cierto es que Segovia, insistimos, con el 38% menos de camas que el resto de la Comunidad, se encuentra en una indiscutible situación de riesgo sanitario desde que en el año 2008 se cerró el Policlínico. Confiamos en que por fin nuestros representantes políticos recapaciten y acometan su reapertura.
