Es mi última columna de este año, y quiero desearles una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Hoy quiero poner un título sin ninguna connotación política. Necesitamos separarnos un poco de todo lo que está ocurriendo en España. La política absorbe todo, y los políticos pensamos que no hay nada más que esto. Pero debemos poner cierta distancia durante un tiempo, para ver la vida desde otro prisma, para saborear y valorar todo lo que tenemos.
Cierro los ojos y veo Cataluña, peligrosísimo lo que está ocurriendo allí; veo un Presidente, Pedro el guapo y un Gobierno bonito, que están poniendo en grave peligro a España, veo el hemiciclo del Congreso de los Diputados, y siento decírselo, pero veo odio, revanchismo, falta de respeto a la persona, a la ideología, al que no piensa como tú.
Sigo con los ojos cerrados y me alejo de la política, y sólo puedo ver a la familia de Laura, la joven profesora asesinada, por ser mujer; pienso en todas las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, sólo por ser mujeres. Veo a una familia, padre, madre y sus tres hijos menores, que están hospitalizados por calentarse en su casa con una barbacoa porque no tienen dinero ni para comer; veo a aquella mujer, de la que ya no recuerdo su nombre, que se tiró por la ventana de su casa cuando la iban a desahuciar, una mujer que estaba sola y que no supo pedir ayuda. Y no quiero seguir mirando. Abro los ojos y veo todo lo que me rodea. Veo a mi hija luchando por conseguir su primer empleo, veo a mi padre, llevando de paseo en su corazón y su mente a mi madre, veo a mi marido a más de mil kilómetros de distancia trabajando, porque la vida es así y dando gracias.
Abran los ojos y vean todo lo que tienen, sin olvidar que hay otros que no ven lo mismo.
Feliz Navidad.
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(*) Diputada por Segovia
