El Teatro Juan Bravo abrirá sus puertas esta tarde a la música con la presencia del conocido cantante Víctor Manuel, que llega a Segovia con su gira ‘Vivir para cantarlo’. Se trata de una revisión, con un toque íntimo, a sus tema más populares, en la que es su primera gira en diez años sin Ana Belén. Será a partir de las ocho y media.
Con una dirección escénica “sencilla y teatral”, diseñada por José Carlos Plaza y acompañado exclusivamente por unas guitarras y un piano acústico, Víctor Manuel explicará y cantará “desde la corta distancia” este recorrido que “para nada marca un punto y final” en su profesión “para que la gente sepa cómo surgen las canciones y para que los jóvenes sepan que no nacen en un mp3”, bromeaba en una entrevista concedida a la agencia Europa Press.
“Tampoco será un recorrido lineal y uniforme”, matizó el cantante quien sin embargo sí comenzará con temas “más bucólicos y nostálgicos” de 1967, como ‘Cobarde’ o ‘Tren de madera’. La evolución desde el primer álbum al segundo, “radicalmente distinto”, también se repasará en este concierto donde el cantante resumirá también con cinco canciones, el largo periodo de su vida en México hasta 1978, unos años “con una situación política muy enredada”.
Más adelante, recordará la llegada a España, la aprobación de la Constitución española que vino acompañada de sus éxitos ‘Corazón tendido al sol’ o ‘Sólo pienso en ti’, entre otros. Sus últimos CD, editados en 2001, 2005 y 2008, que el cantante reconoció que le encantan, también tendrán cabida y servirán de colofón al espectáculo.
Mientras sigue de gira con ‘Vivir para cantarlo’, que por cierto es también el título de un concierto y grabación en vivo con la Orquesta Sinfónica del Principado y el Coro del a Fundación Príncipe de Asturias (1989) y el título también de un cancionero editado en 2007, el artista reconoce que se encuentra recopilando nuevos temas para un nuevo disco.
Una vida
José Carlos Plaza, director escénico del espectáculo, cree que Víctor Manuel canta en él “a una vida”. “Una vida dominada fundamentalmente por la inquietud. Inquietud que está formada de interés hacia el mundo, sensibilidad para vibrar con él y enormes ganas de compartir esas sensaciones. Recuerdos de una infancia sin amargura, llenos de ternura, sentido del humor sobre esta sociedad absurda y sobre uno mismo, compromiso, dolor e impotencia ante la injusticia, la lucha política y sus consecuencias, la defensa de las ideas políticamente correctas o no, la tierna sexualidad del adolescente y la libre y madura del adulto, la paternidad, lo que no comprendemos… y envolviendo lo todo el amor”.
