La reforma de la Política Agrícola Común (PAC), cuya propuesta ya fue presentada, ha logrado en España —por una vez— poner de acuerdo a todos, sin excepción. El Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas alcanzaron hace días un acuerdo para rechazar, de plano, el documento, y consensuar la posición que defenderá el Gobierno en las próximas negociaciones. Las organizaciones agrarias, por su parte, no se han quedado atrás en las críticas a una reforma que, en su opinión, pone al borde del abismo a un sector que califican de “estratégico”.
La ‘Alianza por la Unidad del Campo’, de la que forman parte UPA y COAG, arremetió ayer, punto por punto, contra la propuesta de reforma de la PAC, presentando un panorama apocalíptico si finalmente sale adelante.
El coordinador regional de COAG, Aurelio Pérez, tras repasar las “desoladoras” consecuencias de las últimas reformas de la PAC, entre las que citó el descenso de la producción y de la renta de los agricultores, lo que ha empujado al cierre de un importante número de explotaciones, avisó que “si el documento presentado se pone en práctica, en siete años desaparecerá el 50% de los agricultores y ganaderos”.
A su juicio, la propuesta potencia la agricultura a tiempo parcial y favorece la especulación. Además, lamentó que la reforma se quiera centrar “casi exclusivamente” en las ayudas que perciben los agricultores (alrededor del 30% de sus ingresos), cuando según su tesis “debería abordar principalmente la renta que llega del mercado (en torno al 70%)”. El secretario general de UPA Castilla y León, Julio López, respaldó esta última opinión, insistiendo en que “las medidas de mercado son fundamentales”, y en el documento presentado “no se contemplan o lo hacen de una forma muy tibia”.
López también repasó las supuestas equivocaciones de la propuesta. “El presupuesto es insuficiente, podría llegar a una reducción del 20%”, dijo. [En 2010, España fue el segundo país receptor de fondos de la PAC, con 7.038 millones de euros, por detrás de Francia y por delante de Alemania].
El secretario general de UPA pidió definir quién es ‘agricultor activo’. Él ofreció su criterio. “Aquellos que están dados de alta en el régimen agrario de la Seguridad Social y cuya mayor parte de los ingresos proviene de la actividad agraria”. En caso de no seguirse este criterio, López cree que la PAC beneficiará “a quienes especulan”.
Por otra parte, censuró la desaparición de las cuotas de producción, como en el caso de la leche o los viñedos. Y, a la clase política española demandó que vaya “con una sola voz” a las negociaciones, pues “si es difícil frenar esta reforma, será imposible si no hay unidad”.
Para acabar, López soltó una sentencia. “Un país que no mantiene su despensa pierde la libertad, pues a partir de entonces siempre dependerá de las exportaciones”.
