La presencia de pinos o abetos reales en los hogares y en espacios públicos viene perdiendo peso en los últimos años. Cada vez es menos frecuente la tala de árboles y las plazas y calles segovianas están siendo testigos del cambio de una costumbre mantenida durante siglos, pero que poco a poco va dando mayor protagonismo a las creaciones con luces de colores.
La llegada de los nuevos sistemas de iluminación, con una mayor facilidad en la colocación de guirnaldas o cordones, y su abaratamiento hace que los árboles de Navidad más extendidos hayan sido este año los formados por estructuras metálicas y luces Led.
Entre los municipios segovianos que han conservado este año la costumbre de colocar un pino en la plaza se encuentran El Espinar o Cantalejo. En ambos casos están colocados cerca de sus ayuntamientos. También se mantiene en Sepúlveda, donde se coloca un pequeño pino en el balcón del castillo.
También talaban y colocaban una conífera en Hontanares de Eresma —en este caso junto a la travesía—, pero este año se ha sustituido por uno de luces, que completa otros adornos en las calles y en la Plaza.
Lo mismo se ha hecho en Cuéllar, donde dos empresas locales han colaborado para la instalación de un juego de luces de seis metros y medio de alto para simular un abeto.
En Turégano se ha suprimido la costumbre de talar un pino y colocarlo frente al Ayuntamiento. Pero no por eso han desaparecido de su Plaza porticada los árboles. Lo que se ha hecho es aprovechar los abetos plantados hace unos años para colocarlas los adornos y dar así el ambiente navideño que completa con gran acierto una estrella sobre la espadaña de la iglesia del castillo.
En Valverde del Majano, una palmera de luces Led también preside la Plaza Mayor, donde otros años ha estado el árbol que este año preside la Plaza de José Zorrilla en Segovia. Atrás quedan ya los años en los que las principales calles de la ciudad estaban salpicadas de árboles sintéticos de metro y medio de altura sobre una alfombra roja, un kit que financiaban los comerciantes con ayuda de la Cámara de Comercio.
Otro árbol de Navidad para el recuerdo fue el que iluminó el año pasado la Plaza Pedraza con motivo del rodaje del anuncio de la Lotería Nacional, con destacados cantantes, pero olvidado este año con una nueva campaña.
La ciclogénesis del año pasado acabó con el pino permanente que había a la entrada de Cabezuela, que ha sido sustituido por una nueva planta que dentro de unos años alcanzará la envergadura de su antecesor.
Lo que sí ha calado en muchos hogares es la costumbre de colocar un repostero que cotiene la imagen del recién nacido en balcones y que distribuyeron hace algunos años varias parroquias de la provincia.
