Con la mirada hacia el suelo, en un gesto de timidez, Marc Marginedas sostenía ayer la «Lente de la Tierra» abrumado por la ovación de sus compañeros de «la tribu» que reconocían con su aplauso al ganador de la trigésima edición del premio periodístico «Cirilo Rodríguez». El enviado especial del diario «La Vanguardia» a zonas de conflicto engrosaba así la relación de profesionales galardonados con este galardón que desde hace 30 años convoca la Asociación de la Prensa de Segovia (APS) para reconocer y distinguir la labor de los periodistas que trabajan como corresponsales en el extranjero; en un acto que, un año más, servía no sólo para reivindicar el papel de estos periodistas, sino además para defender una profesión castigada por la crisis y desanimada por el paro, los intereses económicos y el descrédito.
El auditorio del Parador de Segovia fue nuevamente el centro de reunión de los mejores corresponsales en el extranjero que trabajan en los medios de comunicación españoles, reunidos en una ceremonia catárquica que sirve como ejercicio de autocrítica y de reconocimiento a una labor poco reconocida.
El jurado de este premio periodístico, que se entrega a corresponsales o enviados especiales en el extranjero, reconoció la labor de Marginedas por su amplía trayectoria profesional. El corresponsal, que optaba por segunda vez a este galardón, empezó hace más de 20 años. Es corresponsal de El Periódico de Cataluña en zonas de conflicto y ha estado en Iraq, Afganistán y Líbano. Además, cubrió la segunda guerra de Chechenia y la guerra civil entre islamistas y el régimen argelino. Él fue uno de los tres periodistas secuestrados recientemente en Siria durante más de seis meses, aunque «volvió a trabajar» pocas semanas después de su liberación.
Los finalistas fueron la periodista de El País, Ángeles Espinosa, y el salmantino Javier Martín, experto en Oriente Medio y actual delegado de Efe para Israel y Palestina.
Marginedas recibió los 6.000 euros con los que está dotado el premio, mientras que los finalistas percibieron mil para cada uno. Todos ellos también recibieron ‘La lente de la tierra’, una pieza del Centro Nacional del Vidrio que identifica al ‘Cirilo Rodríguez’.
En su intervención, el veterano corresponsal -finalista del premio el pasado año- agradeció a todos sus jefes y compañeros de «El Periódico» su tesón durante el tiempo que permaneció secuestrado, que el consideró «vital» para el feliz resultado de su liberación, y pidió a los medios de comunicación que apuesten por enviar a periodistas a las zonas de conflicto porque «ni Internet ni las nuevas tecnologías van a sustituir el poder imbuirse de la atmósfera de un lugar ni el contacto directo con las fuentes». «Vamos a seguir siendo fundamentales y necesarios en el futuro, y si aprendemos de nuestros errores, seguiremos siendo importantes», aseguró.
Durante la gala se recordó al periodista asesinado en Haití en 2004, Ricardo Ortega, así como al reportero de TVE Jesús Mata, recientemente fallecido, y al fotógrafo Juantxu Rodríguez, muerto durante la invasión de Panamá hace 25 años.
Los momentos más emotivos se vivieron durante el homenaje a Manu Leguineche, fallecido el pasado mes de enero y considerado uno de los grandes reporteros del periodismo español, que ganó la primera edición de este premio y fue presidente del jurado en numerosas ocasiones.
Jesús Picatoste, secretario general de la FAPE y amigo de Leguineche, recordó su trayectoria y el enorme aprecio que tenía al premio que concede la Asociación de la Prensa de Segovia. «En alguna que otra ocasión, cuando repasábamos peripecias profesionales, no ocultaba que el Premio Cirilo Rodríguez era su ‘ojito derecho’, era el reconocimiento a lo más auténtico de su vocación, al periodismo en estado puro sin servidumbres de ningún tipo», subrayó.
Junto a los finalistas estuvieron presentes los miembros del jurado, integrado por representantes de medios nacionales y ganadores de algunas de las anteriores ediciones. Asimismo, asistieron la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero; la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente; y el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Vázquez, entre otras autoridades.