Con alguna excepción, casi todas las administraciones de lotería de Segovia tuvieron ayer que devolver “bastantes” décimos del sorteo extraordinario de Navidad que se celebra hoy en Madrid, el más importante y popular del año. No en vano, tiene más de un siglo de historia y reparte 2.320.5000.000 euros en premios.
La crisis económica ha hecho mella en la venta de lotería de Navidad, como ya ocurrió en 2008, según la opinión generalizada de los responsables de varias administraciones de lotería ubicadas en el centro de la capital segoviana. Para Milagros Lago, de la Administración nº 1, “la venta ha ido mucho peor, se ha devuelto muchísimo” pero, siempre optimista, ayer se mostraba convencida “de que vamos a dar el Gordo”. Al fin y al cabo, como ella dice, “todo el que compra lotería lo hace para que le toque y nosotros vendemos convencidos de que vamos a dar el Gordo”.
Dice una canción de Quique González que “la suerte es una ramera de primera calidad”. Pero precisamente por eso, porque la suerte no atiende a razones, Segovia, que ya ha sido agraciada en tres ocasiones durante los últimos años en este sorteo (el Gordo de Navidad visitó la ciudad de Cantalejo en 1991 y la capital de la provincia en 2000 —íntegro— y 2002), podría hoy, ¿por qué no?, volver a ser portada en el telediario.
Después de todo, Segovia es la tercera provincia española donde el gasto por habitante es más elevado en este sorteo extraordinario, nada menos que 145,39 euros, precedida por Soria (203,05) y Lleida (182,36).
El número de billetes consignados superaba en la provincia, antes de devoluciones, los119.000, lo que supondría un desembolso de 23.829.200 euros; el equivalente, por ejemplo, al coste de las obras de edificación de un palacio de congresos. Sin embargo, finalmente las ventas han ascendido a 19.530.000 euros, un 2,42% menos que en 2008 (20.020.000 euros), según los datos que facilitó ayer por la tarde Apuestas y Loterías del Estado.
Diego Postigo es un lotero joven, pues desde este año se ha puesto al frente de la administración de su abuela, la nº 3 de Segovia, ‘Santa Bárbara’ y, aunque reconoce que la venta en ventanilla ha disminuido este año e incluso la última semana —cuando son frecuentes las colas de compradores de última hora— ha flojeado, añade que “me he movido buscando nuevos clientes hasta en Madrid y empresas grandes, de manera que al final no he devuelto nada de lotería”.
Pero esta no ha sido la tónica general y, desde la Administración nº 7, cuyo titular es Antonio Pajón, comentaban ayer que “la devolución ha sido superior a otros años porque las ventas también han sido más flojas”.
La mayoría de los segovianos, al igual que el resto de españoles, juega menos cantidad. “Obviamente no es un artículo de primera necesidad”, admite Milagros Lago, al frente de una de las administraciones más antiguas de España (desde 1.773), quien sin embargo sostiene que quien más quien menos busca la suerte “y ver si el Gordo nos quita las penas”.
Por su parte Postigo también es consciente de que los hábitos se adaptan a la coyuntura económica, también a la hora de adquirir lotería, por eso “quien antes jugaba diez décimos ahora juega cinco o se reparten entre más personas”.