Se acabó el silencio. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea instaron ayer al presidente egipcio, Hosni Mubarak, a que permita una transición «rápida y ordenada» y condenaron la violencia contra los manifestantes pacíficos que reclaman reformas «legítimas». España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania han sido los primeros en pedirlo en una declaración conjunta firmada por sus líderes políticos.
Desde que dirigente egipcio anunciara el pasado martes que no tiene intención de presentarse a las elecciones previstas para el mes de septiembre, pero que no dejará el poder hasta entonces, los enfrentamientos entre sus defensores y sus detractores han dejado al menos 13 muertos y 1.200 heridos.
La Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea y vicepresidenta de la Comisión Europea, Catherine Ashton, expresó su «gran preocupación» por los continuos ataques contra los manifestantes y exigió a las autoridades egipcias que se hagan cargo de su seguridad para cumplir las aspiraciones democráticas de todo el pueblo egipcio. «El Gobierno es responsable del bienestar y de la seguridad de su pueblo. Por lo tanto, en estos momentos se necesitan medidas urgentes, concretas y decisivas para cumplir las aspiraciones democráticas de los egipcios. Pido a las autoridades de Egipto que se impliquen de forma real en una transición significativa y que lleve a una reforma democrática genuina, allanando el camino para que se desarrollen unas elecciones libres y justas de verdad», aseguró en un comunicado.
Por su parte, los jefes de Gobierno de España, Francia, Reino Unido e Italia también manifestaron su «extrema preocupación» por el «deterioro» de la situación en las últimas horas en Egipto. De hecho, en una declaración conjunta, los líderes de este quinteto afirman que «sólo una transición rápida y ordenada hacia un Gobierno de representación ampliada permitirá superar los desafíos a los que Egipto debe hacer frente en la actualidad» y concluyen que el proceso de transición «debe comenzar de forma inmediata, sin más dilaciones».
Los mandatarios consideran que los egipcios deben poder ejercer libre y pacíficamente su derecho de manifestarse y beneficiarse de la protección de las fuerzas de seguridad y en esa línea subrayan que «las agresiones contra los periodistas son totalmente inaceptables». Asimismo, expresan su condena a «todos aquellos que utilizan o alientan la violencia, que no hará sino empeorar la situación».
Elecciones
La Unión Europea también insiste en que no le compete determinar cuándo se deben celebrar elecciones en Egipto, aunque reconoce que los pasos que han dado hasta ahora las autoridades egipcias para atender a las aspiraciones legítimas de apertura democrática de su pueblo no son suficientes.
No obstante, la UE reconoce que el Gobierno del presidente Hosni Mubarak, cuya salida del poder pide desde hace varias semanas una mayoría de la población egipcia, no ha hecho suficiente hasta el momento para atender a todas las peticiones del pueblo. «Tienen que hacerse más cosas», insistió Maja Kocijancic.
Los líderes europeos abordarán también hoy en Bruselas la situación en los países del norte de África y Oriente Próximo después de que la caída del ex mandatario tunecino, Zine al Abidine Ben Alí, haya alentado revueltas similares en países como Egipto, Jordania y Yemen.
Por su parte, los ciudadanos egipcios residentes en Bélgica han convocado hoy una manifestación para pedir a los líderes europeos reunidos en la Cumbre que apoyen de manera «inequívoca» el cambio de régimen en Egipto y apoyen la salida del presidente Mubarak del poder.
La marcha, organizada por algunos estudiantes egipcios afincados en Bélgica, tendrá lugar en la plaza de Luxemburgo de la capital europea, frente a la sede del Parlamento Europeo.
