La Comunidad logró ayer nueve de los 27 Premios Manojo que otorga la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcayl), con lo que se convirtió en la «gran triunfadora» del certamen junto a Castilla-La Mancha, que obtuvo el mismo número de galardones. Los tres premios Gran Manojo también fueron a parar a ambas autonomías, con dos para bodegas castellanas y leonesas y uno para las manchegas. El acto de entrega de la XIII edición del certamen se desarrolló en Las Casas de Tratado de Tordesillas (Valladolid), y fue presidido por la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Silvia Clemente, en presencia de más 350 personas.
Clemente remarcó la apuesta por la «modernización, la tecnificación y la calidad» de las 54 cooperativas vitivinícolas de Castilla y León, que generan una facturación de 80 millones, lo que supone el 17 por ciento del total del sector. La consejera resaltó que estas actividades están acogidas a figuras de calidad y cuentan con cerca de 10.500 socios, entre los que se redistribuye el valor añadido que deja la elaboración de la uva.
Clemente, quien ensalzó la «brillantez y el prestigio» de los Premios Manojo desde su puesta en marcha en 1996, sustanció el apoyo de la Junta al sector, ya que durante el periodo 2007-2009, el Gobierno regional destinó cerca de 20 millones en ayudas a cooperativas agrarias, tres de ellos, es decir, el 15 por ciento, a las vinícolas.
Silvia Clemente incidió en que el reto del sector debe ser la comercialización, para ensalzar las iniciativas en este sentido de Urcacyl, y reclamar a las bodegas aprovechen la línea de apoyos de la OCM del Vino (con once millones en sus dos convocatorias), para promocionar los caldos en mercados internacionales de fuera de la UE. Por último, se refirió a los beneficios que tendría para la comercialización, una imagen unificada de los caldos de la Península Ibérica, que requeriría de una puesta en común de todas las DO en torno al Duero.
Por su parte, el presidente de Urcacyl, Gabriel Alonso, transmitió la necesidad de que las cooperativas ganen en tamaño, porque «el dimensionamiento es la base para la competitividad», aunque asumió que el contexto actual «no es el ideal» para lograrlo.
Castilla y León logró dos Gran Manojo, tres de Oro, dos de Plata y otros tantos de bronce. Por su parte, las cooperativas de Castilla-La Mancha recibieron un Gran Manojo, tres de Oro, uno de Plata y cuatro de Bronce.
