En las dos últimas jornadas, la Gimnástica Segoviana ha sumado y perdido tres puntos más allá del minuto 85. Hace dos semanas, en la Albuera, ante la Sarriana, un gol de Manchón en ese preciso minuto significó la victoria. El domingo, en Los Pajaritos, Jony ‘robó’ un trabajado empate a cero a los de Iñaki Bea en el 94. Una locura en la que el técnico alavés ha metido a la Gimnástica para sacar de quicio a sus rivales.
Pese a la derrota en Soria, Bea no va corregir una línea de su ideario. “A mí me gusta cambiar mucho el once independientemente del resultado, porque eso es señal de que confiamos en todos, de que todo el mundo está muy metido, de que tenemos una plantilla equilibrada. No me he planteado quién va a jugar y quien no, lo que es seguro es que vamos a jugar con nuestro sistema, con nuestra idea, intentando ser un equipo con mucha profundidad, apretando tras las pérdidas, intentando hacer la presión alta, y si en un momento determinado nos sobrepasan, pues nos replegamos”, resume el de Amurrio.
Bea tiene en la cabeza una Segoviana y promete fidelidad a ella. “Vamos a intentar jugar con nuestras armas, ser lo que somos. Hay que adaptarse al rival, hay que conocerle, pero vamos a ser la Segoviana que se está viendo hasta ahora. Llevar el partido a la locura que nos gusta porque nos sentimos cómodos. Llevar al equipo contrario a un punto de estrés que le haga sufrir”.
Un sufrimiento que no desea a su afición. “Con la afición solo la podemos estar agradecidos. Me paran por la calle para decirme lo bien que jugamos el último partido, y perdimos. ¿Qué le vamos decir a una afición así? No estamos para exigir nada. Intentar seguir siendo nosotros y que nos salga un partido para ellos. La gente que se desplazó a Soria nos apoyó más allá de la derrota, no hubo una mala cara”.
Bea se sinceró en la rueda de prensa de ayer. “A la afición solo la podemos ofrecer nuestro esfuerzo porque se merecen lo mejor. Lo que yo estoy viviendo en Segovia es un idilio con el fútbol”. Y quiere devolver ese amor de tres en tres puntos.
Lo que el técnico de la Segoviana no puede evitar son las derrotas. “Perder no le gusta a nadie, y de la forma que lo hicimos, duele más”. Lo que hay que saber es encauzar ese dolor en forma de esfuerzo. “El del miércoles, fue el mejor entrenamiento desde que estoy aquí. Gestionar una derrota cuando se juega tan bien, cuando el equipo es tan valiente, cuando el equipo tiene unas señas de identidad tan claras, cuando haces tres cambios con gente que no había jugado de inicio o debutaba y el equipo funciona, el equipo no se resiente… es para estar orgullosos”.
Y sacar lecturas positivas. “En Soria, en el 85 estaba diciendo que había que guardar el empate, pero eso no iba con los jugadores. No hubo miedo escénico, no les afectó jugar ante el equipo con el presupuesto más alto del grupo y favorito para el ascenso. Su inconsciencia es lo que más y menos me gusta de mis jugadores. Con esa actitud es más fácil levantarse”.
Valientes
“Tengo que felicitar la valentía de los jugadores. Si perdemos es porque entre el 85 y el 93 nos veíamos muy superiores, estábamos muy cómodos en el campo y ellos nos defendían con nueve en 30 metros”, termina Bea con el pasado domingo para centrase en el próximo (La Albuera, domingo a las 18.00 horas). “El Coruxo es uno de los equipos que más años lleva en la categoría. Llevan 15 años haciendo las cosas bien, combinan gente con muchísima experiencia y jóvenes con talento. Nos va a costar ganarles”, vaticina el técnico.
¿Qué espera Iñaki Bea del Coruxo? “Creo que el peso del partido lo vamos a llevar nosotros, pero nos va a costar. Vamos a tener que armarnos de paciencia y picar mucha piedra. Vamos a tener mucho tiempo el balón pero tendremos que tener mucho cuidado con las pérdidas porque tienen jugadores con mucha velocidad y calidad para llegar a la portería contraria”.
