La Agencia europea de control de fronteras (Frontex) trabaja con las autoridades italianas para “rediseñar en los próximos días” el área de actuación de sus operaciones de vigilancia en el Mediterráneo, después de que los líderes europeos acordaran el jueves triplicar los fondos para estas misiones y varios Estados miembros ofrecieran buques, aeronaves y expertos.
“A la luz de la decisión de triplicar los fondos y de que un número de Estados miembros hayan ofrecido medios navales, aéreos y expertos, Frontex tiene que identificar exactamente cómo y dónde usarlos”, dijo en una rueda de prensa la portavoz comunitaria de Inmigración, Natasha Bertaud.
Así, la extensión geográfica de la operación ‘Tritón’ forma parte del plan operativo en el que trabajan Frontex y las autoridades de Italia, con el objetivo de concluirlo “en los próximos días”, añadió la portavoz. Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron el jueves elevar de 3 a 9 millones de euros mensuales los recursos destinados a esta operación en el periodo 2015 y 2016.
Bruselas, por su parte, prevé también presentar en las próximas semanas la “hoja de ruta” sobre los tiempos y el contenido de los siguientes pasos a dar por la Unión Europea para reforzar su respuesta a la crisis migratoria, incluida la lucha contra las mafias, la acogida de refugiados y una mejor cooperación con los países de origen y tránsito de los inmigrantes irregulares.
En cualquier caso, Bertaud quiso dejar claro que el actual mandato de las operaciones de Frontex no requiere cambios para permitir las misiones de rescate, ya que las normas existentes ya contemplan el rol de salvamento.
“Ya puede participar en misiones de salvamento en mar, y triplicar los recursos tiene, evidentemente, la intención de salvar más vidas en el Mediterráneo”, replicó la portavoz.
Con ello, Bruselas sostiene que el límite actual de 30 millas para la actividad normal de los buques de Frontex no les impide adentrarse en alta mar para socorrer a personas a la deriva. Las reglas del mandato indican que deben tomarse medidas para “garantizar la seguridad de las personas interceptadas o rescatadas”, lo que incluye las “misiones para salvar vidas”, zanjó.
Otro de los frentes que quedaron abiertos tras la cumbre extraordinaria sobre inmigración de los líderes europeos es la posibilidad de una misión civil pero con componente militar para rastrear, interceptar y destruir las grandes embarcaciones que utilizan las mafias de tráfico de inmigrantes, como la que naufragó el pasado fin de semana con casi un millar de personas a bordo.
Los 28 encargaron a la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, que explore todas las opciones para ello, por lo que la jefa de la diplomacia europea aprovechará que el próximo miércoles estará en Nueva York para reunirse con actores “clave” en Naciones Unidas.
La idea de destruir los buques clandestinos en los puertos de origen antes de que sean utilizados, previa autorización del país.
