Tensa calma en Turquía. Varias marchas de miles de personas desembocaron ayer de nuevo en la plaza de Taksim, epicentro de las revueltas desde hace dos semanas, y en el vecino parque de Gezi, otro de los puntos originarios y simbólicos.
«La lucha vuelve a empezar», fue uno de los gritos coreados entre quienes no se dan por vencidos, pese al anuncio del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que, después de reunirse ayer con representantes de los manifestantes, aseguró que las protestas finalizarían en 24 horas, amenazando con que la Policía tendría otro comportamiento después de que en los últimos días se mostrara inflexible y critico con el movimiento.
Según la emisora CNNTürk, que citó como fuente a miembros de una asociación profesional presentes en la convocatoria gubernamental, el mandatario explicó que «las Fuerzas de Seguridad se comportarán de forma diferente a partir de ahora», y avanzó que su país no necesita que le den lecciones desde el extranjero.
La plataforma Taksim, que es una de las principales organizadoras de las protestas, aseguró que no fue invitada a la cita con el político, y muchos activistas no consideraron sincera la invitación al diálogo de Erdogan.
Conviene recordar que el pasado martes la Policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para reprimir a los descontentos y expulsarlos del ágora.
También se ha filtrado, por parte del Ejecutivo otomano, que Erdogan ha planteado la posibilidad de someter a referéndum la destrucción del parque Gezi para levantar un centro comercial.
El Partido Justicia y Desarrollo (AKP) confía en que esta oferta sirva para calmar los ánimos tras días de cargas contra los manifestantes en Taksim. «Me dirijo a los hermanos que protestan, duermen, comen y beben en el parque Gezi. Dado que hay una decisión sobre la posibilidad del referéndum, debería vaciar la zona y la vida debería volver a la normalidad», indicó el portavoz de la formación, Huseyin Celik.
Por otro lado, Estados Unidos criticó la represión policial durante las manifestaciones, que han dejado hasta ahora un balance de tres muertos, entre ellos un agente, y más de 4.000 heridos.
Además, la representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, criticó ayer al Ejecutivo turco por el empleo de la violencia contra los ciudadanos por parte de los efectivos de seguridad.
Según una encuesta del centro de investigación social Andy-AR, alrededor de un 24 por ciento de la población apoya a las protestas, mientras que un 53 por ciento está en contra.
Mientras, la candidatura olímpica de Estambul 2020 afirmó que su proyecto no se verá afectado pese a las recientes movilizaciones que han tenido lugar en la plaza Taksim de la capital turca. Pero lo cierto es que la opción de Madrid sale muy beneficiada.
