Las empresas dedicadas a la producción de alimentos y su venta directa al consumidor van ganando protagonismo en la Feria de Fuentepelayo que durante el fin de semana se celebra en la localidad segoviana y que esperan atraer a miles de personas, especialmente hoy domingo en que se clausurará.
En total son 54 empresas procedentes de diferentes provincias las que ofrecen sus variedades alimenticias en el pabellón Gabriel Martín, donde ayer se inauguró la Feria, que alcanza su cuarta edición. Los miembros de la Corporación municipal, el delegado de la Junta, alcaldes de la zona y diputados provinciales recorrieron los diferentes puestos de venta, que dieron a probar a todos los visitantes algunos de sus productos.
Repartidos por diferentes stands, los vendedores han ocupado los más de 1.200 metros cuadrados del inmueble, y donde se encuentran a la venta embutidos, quesos, vinos, licores, aceites, conservas, productos de panadería, repostería, legumbres, hortalizas o mermeladas; en fresco o en conserva. Una pulpería gallega también da la posibilidad de poder comer en el lugar a quien lo desee.
Ocupan un lugar destacado en la feria de este año las empresas de cátering, que se han ido imponiendo para ayudar a compatibilizar la vida laboral y familiar de hombres y mujeres. Segocatering o el Mesón Esgo son conscientes de que las nuevas formas de vida generalizarán la venta de productos precocinados y que además resultan más económica su compra que la elaboración doméstica.
Igualmente tienen un peso creciente en esta muestra las empresas que ofrecen sus propias producciones al consumidor para evitar los intermediarios comerciales. Es el caso de la cooperativa Mesenor, formada por ganaderos que ofrecen la leche de los socios desde hace tan solo unas semanas. El gerente de la cooperativa, Pedro Roldán, aseguró que la iniciativa está resultando positiva, aunque aún es pronto para hacer balance.
También se promocionan en el certamen otros productos de Segovia, como los vinos de Valtiendas; los capones precocinados de Sanchonar, o los palentinos de Cascajares.
Las cooperativas y empresas de hortalizas de la comarca del Carracillo también permiten adquirir sus productos de forma directa a quienes las cultivan y recogen.
Y permite conocer los embutidos de las empresas acogidas a la IGP Chorizo de Cantimpalos; o los corderos de Segolechal.
En definitiva, la feria de Fuentepelayo no sólo sirve para vender, sino para facilitar los intercambios y las relaciones comerciales a nivel empresarial.
El alcalde de Fuentepelayo, Lorenzo Tejedor, destacó que este año se ha incrementado el número de empresas participantes, pese a la crisis; y dijo que se ha separado el espacio en dos partes diferenciadas, una para artesanos, y otra para distribuidores y empresas. Además señaló que está consolidándose el certamen desde que se inició en el año 2006, con doce expositores, hasta los 54 de esta ocasión, «más los que han quedado en lista de espera por falta de espacio», añadió.
No faltan las empresas que se distinguen por aplicar criterios de calidad y medioambientales como los garbanzos y lentejas Uty, o las patatas y garbanzos ecológicos Ecomanjar.
La marca Tierra de Sabor también participa en la feria con una amplia variedad de productos de procedentes de toda la región .
Pero si hay convocatorias que consiguen reunir a muchas personas eso son las catas y degustaciones. Ayer lo hicieron los viticultores y bodegueros de Valtiendas, que ayudó a regar el capón asado y relleno de la empresa Cascajares; y el catering Esgo preparó una gran paella. También lo hizo la IGP chorizo de Cantimpalos, que hoy domingo continuará, junto a Uty, los hermanos Caballero Rojo, y Distribuciones Otones Migueláñez con sus vinos.