La normativa que publicó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) el pasado 2 de octubre, que establecía que todas las transacciones dentro del sector lácteo debían ir refrendadas por un contrato entre la parte compradora y la vendedora, para garantizar unos precios para los ganaderos, no ha cuajado. Las organizaciones profesionales agrarias calculan que tres meses después, apenas uno de cada cuatro ganaderos ha suscrito un contrato con una industria que «sigue aprovechando» su posición dominante para intentar fijar precios «de miseria», muy por debajo del coste de producción.
Asaja considera que la norma se ha quedado en «papel mojado» y el Ministerio debería revisar lo que ha fallado y medidas para garantizar un libre mercado que eleve los precios que perciben los ganaderos, impulsando su movilidad entre industrias.
UCCL critica a la industria por transmitir temores al ganadero sobre la suspensión de la recogida si no firma a precios irrisorios y exige un control exhaustivo de las importaciones de la Unión Europea a un país deficitario, España, en su producción, donde sin embargo se cobran precios inferiores a los que se pagan en los excedentarios.
Por su parte, La Alianza por la Unidad del Campo (UPA y COAG) arremete contra unos contratos que constituyen un «arma» contra el ganadero mientras no se fijen precios mínimos que cubran los costes de producción y mecanismos de arbitraje que decidan si no existe acuerdo entre partes.
El secretario general de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado, asegura que la industria «ya no tiene miedo a no tener contrato», por lo que plantea al Ministerio «evaluar lo que está pasando y tomar medidas». Expuso además que «más pronto o más tarde habrá que hacerlos (los contratos), pero nadie debe ir forzado por el tiempo» porque «a nadie se le va a sancionar».
Turrado remarcó que podría ser que uno de cada cuatro ganaderos contara con un contrato, pero el resto, la mayoría, se encuentra a la expectativa. Desde Asaja defienden que los contratos constituyen una «buena medida», pero «no se pueden firmar si te impone las condiciones una parte y pierdes dinero», por lo que criticó a la industria por aprovecharse de su situación dominante a la hora de fijar los precios.
La responsable de Ganadería de UCCL, Adoración Martín, denuncia que la mayoría de los ganaderos de vacuno de leche la Comunidad sigue sin contrato a pesar de la obligatoriedad y los que le tienen son de duración limitada, por si no pueden aguantar ante los bajos precios que se ofrecen.
En este contexto, Martín recalca que UCCL dispone de un contrato a 400 euros por los 1.000 litros para entregar a las industrias, que se puede conseguir en cualquier sede del sindicato.
Por último, el responsable del sector en La Alianza, Aurelio Pérez, afirma que la normativa está prorrogada y la firma de los contratos no tiene carácter obligatorio, aunque la industria aprovecha la coyuntura para presionar a los ganaderos a que firmen con precios, en algunos casos, «escandalosos», dijo. Al respecto, calificó algunas propuestas de «terroristas», con ofertas «miserable y asquerosas» de 18 céntimos por litro.
«No hay control».- En España se producen 6,5 millones de toneladas de leche y se consumen nueve millones, un déficit que se cubriría con una importación del 33% de las necesidades, «pero es que entra un 50 por ciento», dice Adoración Martín. Así, criticó al Gobierno, porque «no hay controles y somos el desagüe del sobrante de Francia y Alemania» una situación que además, «hunde el precio en España».
Las consecuencias de esta situación, que sólo en el último año han abandonado sus explotaciones 200 ganaderos en Castilla y León y en la actualidad únicamente 1.865 están entregando realmente, una «sangría constante que se repite en España».
