Un año más, con un breve paréntesis que ha servido para coger impulso, la Fundación Cándido Mesonero Mayor de Castilla distinguió a las personas e instituciones cuya labor ejemplifica los valores que propugnó y defendió el «padre» de la gastronomía castellana y uno de los principales impulsores de una nueva forma de entender el turismo y la cocina. Los salones del Hotel Cándido se llenaron para asistir al acto de entrega de los premios de la octava edición, que estuvo presidido por la Consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, que fue también la presidenta del jurado calificador.
El carácter innovador y emprendedor de Cándido, que desde su pequeño mesón del Azoguejo supo proyectar magistralmente la imagen de Segovia y su gastronomía a los cinco continentes, fue el nexo de unión en todas las intervenciones del acto -presentado por Alfredo Matesanz- en las que no se eludió el tono reivindicativo en la defensa de los productos autóctonos ni el sesgo social de unos premios que desde su creación no han olvidado a las organizaciones que trabajan en defensa de los menos favorecidos.
En la mesa presidencial del acto, acompañaron a la consejera Silvia Clemente el alcalde Pedro Arahuetes, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, la vicepresidenta de la Academia Española de Gastronomía, Imelda Moreno y el presidente de la Fundación Cándido, Alberto López, que fueron los encargados de entregar los premios; simbolizados en un artesanal plato de vidrio elaborado por la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
El turno de intervenciones fue abierto por el alcalde Pedro Arahuetes, quien resaltó la importancia del patrimonio, la gastronomía, la cultura y el turismo son los ejes en los que se asentará el despegue económico de Segovia, y aseguró que la crisis «nos obliga a buscar elementos diferenciadores que hagan nuestra oferta más atractiva, y que creo que estamos desarrollando de una manera magnífica».
El gerente de la cooperativa zamorana Gaza, José Luis Calvo, productora de Leche Tierra de Sabor recogió el Premio Cándido al Mejor Producto Agroalimentario de la región, y quiso agradecer la labor de la Consejería de Agricultura y Ganadería para promocionar los productos autóctonos de Castilla y León a través de la marca de garantía. Además, dedicó el premio a los ganaderos de los que subrayó el esfurzo diario para conseguir un producto cuya producción definió como «segura, de respeto al medio ambiente y a los animales y lo mas importante, que ofrece un precio justo por el trabajo realizado».
El cocinero riojano Francis Paniego y su labor realizada en el complejo gastronómico Echaurren de Ezcaray (La Rioja) fue galardonado con el premio a la Innovación Gastronómica, y que hace pocos días también le valió el prestigioso Premio Nacional de Gastronomía. Paniego, emocionado agradeció a su familia y a su tierra la «inspiración» que le lleva a crear una cocina basada en la tradición pero profundamente innovadora.
La Fundación Ciudad de la Esperanza y Alegría recibió el Premio al Compromiso y la Labor Social, por su trabajo en proyectos de educación y desarrollo en países como India, de la mano de la doctrina que en su día impulsó la Madre Teresa de Calcuta . La presidenta de la organización, Maria Moreno, agradeció las «vitaminas» que esta distinción da a un «proyecto de vida, cariño y amor» que también tiene ramificaciones en zonas deprimidas de España como el madrileño Pozo del Tío Raimundo. Además, anunció que la Fundación firmará un acuerdo con la Fundación Real Madrid para iniciar una escuela socio educativa en el país asiático.
La reproducción de la estatua de Cándido realizada por Luis Sanguino que distingue al Premio Especial que otorga la Fundación Mesonero Mayor de Castilla fue a parar a las manos de la atleta palentina Marta Domínguez, la más laureada de todos los tiempos en el atletismo femenino, que le fue entregada por la consejera Silvia Clemente.
De forma austera, Domínguez señaló que «he entregado mi vida al atletismo, que me lo ha dado todo, y que me ha permitido disfrutar de los éxitos y sufrir con las adversidades de las lesiones, pero siempre he trabajado para ser la mejor en este deporte y llevar la bandera española y de Castilla y León por todo el mundo».
Asimismo, destacó la importancia del deporte en la juventud para «ilusionar a los jóvenes y facilitarles una vía de escape para no caer en vicios».
Defender lo nuestro. El acto fue clausurado por la consejera de Agricultura, que quiso subrayar la generosidad de la Fundación Cándido por mantener la convocatoria de unos premios «en circunstancias de especial dificultad como las que vivimos», y puso como ejemplo el trabajo del Mesonero Mayor de Castilla para explicar la importancia de la gastronomía y el turismo como oportunidades para buscar salidas a la crisis.
En este sentido, pidió al sector hostelero un esfuerzo para apoyar «lo nuestro» para salir de la crisis y ofrecer a aquellos que visitan Castilla y León «lo mejor de nuestra tierra» tanto en los menús como en los distintos productos alimentarios, ya que son los principales reclamos de garantía para superar las dificultades». También tuvo palabras de elogio para los galardonados, de quienes destacó su «compromiso» con la calidad y con los valores de solidaridad que el premio reconoce y distingue.