Cinco compañías manifestaron su interés por adquirir la fábrica de galletas de Elgorriaga ubicada en Ávila, según se conoció ayer en las reuniones celebradas entre la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, con el Comité de Empresa y con los propietarios.
La Junta instó a los propietarios, dos empleados que adquirieron la titularidad cuando la empresa estaba en manos de un administrador judicial, a que formalicen el trasvase de la propiedad a una de las cinco empresas interesadas, de las que una de ellas mostró su interés en los últimos días.
Se trata de “un requisito imprescindible para que el Gobierno autonómico pueda plantearse el estudio de la refinanciación que necesita la empresa”, indicó la Junta de Castilla y León.
Apoyo
Además, la Consejería de Agricultura y Ganadería dio de plazo a los actuales propietarios hasta finales de agosto para la entrada de un nuevo propietario en la industria galletera y les ofreció “toda la colaboración y apoyo para las negociaciones con las empresas interesadas en entrar”.
La intención de la Junta es que se mantenga la actividad, el empleo y “se asegure la sostenibilidad y viabilidad con un proyecto industrial sólido y de futuro”, que la planta se mantenga en Ávila y que “se pueda recuperar el dinero público en forma de préstamo que en los últimos años se ha facilitado para mantener la empresa en funcionamiento”.
Estos objetivos son “compartidos” por el Comité de Empresa de Elgorriaga al que desde el Gobierno autonómico se le trasladó todo el apoyo y el seguimiento necesarios para garantizar la viabilidad de la empresa y con ello el mantenimiento del empleo en la planta abulense.
De hecho, desde la Consejería que preside Milagros Marcos se propiciará el encuentro entre el Comité de Empresas y las compañías interesadas para que puedan conocer de primera mano los proyectos de futuro para la planta abulense.
Los criterios que la Junta establece al nuevo inversor como imprescindibles son los de solvencia técnica, económica y financiera, mantenimiento de la planta en Ávila, asunción del cien por cien de la deuda y una inyección de capital no inferior a 500.000 euros.