CCOO presentó ayer la campaña ‘Este verano soy becario’, una acción con la que el sindicato pretende informar tanto a jóvenes como a delegados de empresa de las diferentes tipologías jurídicas y la necesidad de su cumplimiento normativo, respectivamente, y así evitar “abusos” en este tipo de contratos.
Esta iniciativa completa la campaña iniciada en 2014, nacida tras advertir el sindicato que, “con el argumento de facilitar la inserción laboral”, se empezaron a extender prácticas que “en algunos casos suponían un empeoramiento de las condiciones y una usurpación de puestos que deberían ser fijos”, según la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad sindical, Rosa Martínez.
La secretaria explicó que esta segunda actuación consiste en una guía que recopila las once modalidades de contratos de prácticas, además de una serie de propuestas al final del texto, que trata de puntualizar una Ley “enrevesada”, cómplice de “numerosos abusos en los contratos de trabajo de prácticas”.
En la actualidad, según Martínez, no hay un registro de control sobre los jóvenes acogidos a estas vinculaciones contractuales. Según datos de la Seguridad Social, a fecha de mayo de 2015, hay más de 1.600 jóvenes en el Programa de Formación, y otros 1.200 con Contrato de Formación, sin embargo del resto de los once modelos “hay desconocimiento”, al no cotizar.
Ante esta realidad, “que no es nueva”, el Consejo Europeo aprobó en marzo instar a los gobiernos de los países miembros a aplicar un Marco de Calidad laboral aplicado a la juventud, que en el caso de España “no se está cumpliendo”, con el objetivo de conocer, no sólo el número de personas en esta situación, también la tipología de la tutorización o la acreditación que se les entrega, entre otras cosas.
Por su parte, el secretario de Empleo de CCOO, Saturnino Fernández, lamentó la falta de regulación en este campo, sobre todo en el área laboral, donde hay más distorsión que en el aspecto académico, y advirtió de que, desde la Reforma Laboral, el empresario puede incurrir en “fraude”, al “no cotizar por el trabajador, que no recibe la formación en el puesto de trabajo”.
Además, contratos como los de ‘Primer Empleo’, de tres a seis meses de duración, con bonificación en la Seguridad Social y con “salarios bajos”, entre otros, conllevan que solo en Castilla y León se cifre en un 53,5% la tasa de paro juvenil (31.700 jóvenes), casi dos puntos más que el valor nacional, 51,7%.
Por este motivo, hizo una llamada a la Junta para que ponga en marcha la inversión en programas de formación e inserción laboral.