Javier Arranz, a quien la alcaldesa, Clara Luquero, revocó la semana pasada de sus funciones como concejal de Deportes, no piensa renunciar al acta de concejal en lo que queda de mandato municipal, y, por el contrario, sí quiere dar una dura batalla para demostrar que tenía razón en relación a las obras del polideportivo Peñascal, pese al perjuicio que esta actitud podría provocar en quienes hoy todavía son compañeros de grupo municipal.
Según ha podido saber EL ADELANTADO por fuentes de su entorno, Arranz quiere mantenerse como concejal hasta mayo, desoyendo así la opinión tanto de la alcaldesa como del secretario provincial del PSOE, Juan Luis Gordo.
De hecho, Arranz acudirá al próximo pleno del Ayuntamiento, previsto para el próximo 29 de diciembre, “con la cabeza muy alta”, y se sentará en los escaños del Grupo Socialista. Y no será una sesión de pleno intrascendente, dado que el Gobierno local pretende aprobar el Presupuesto Municipal de 2015.
Caso de que los 12 ediles del PP votasen en contra del programa económico y Arranz se abstuviera, el edil de IU, Luis Peñalosa, se vería en una situación incómoda. Su voto positivo sería imprescindible para que — con el de ‘calidad’ de la alcaldesa, capaz de deshacer el empate en la votación— el Presupuesto pudiera salir adelante.
Arranz sabe de su ‘poder’ y, quizá por ello, lejos de rectificar, no piensa tirar la toalla para demostrar, desde su perspectiva, que con él se ha cometido una ‘injusticia’ y que son otros, esto es, todos los demás compañeros del equipo de Gobierno, los que se equivocan en relación a las obras del Peñascal.
Si el exconcejal de Deportes parece tener claro que no quiere dejar la corporación, su duda está en si quedarse en el Grupo Socialista o abandonarlo y, con ello, permanecer como concejal no adscrito.
Su reto, según indican las mismas fuentes, es dejar patente que él llevaba razón, que la obra del Peñascal se puede acabar en tres meses, para, de esta manera, “salir por la puerta grande” del Ayuntamiento. Es más, en su círculo privado ha comentado que espera poder inaugurar como concejal el polideportivo de El Peñascal antes de las elecciones de mayo.
Salir del Grupo Socialista y quedar como concejal no adscrito le supondría la baja automática en el PSOE. No obstante, aunque opte por no abandonarlo, sus últimas manifestaciones en la red social Facebook bien le pueden valer que el PSOE desempolve el expediente disciplinario que le abrió en su día y expulsarle del partido.
Arranz ha pasado por varias fases. Del ‘show’ del pleno en el que presentó su dimisión, en una nota manuscrita, entregada en mano a la propia alcaldesa, al ‘shock’, días después, por su cese, reflejado en su ‘mutismo’ y negativa a hacer declaraciones. Ahora parece haber pasado a la acción con varias ‘perlas’ e Facebook, a raíz de otra noticia, publicada en este diario.
Como se sabe, la Junta considera que Inporman, adjudicataria de las obras del Peñascal —sobre la que pesan varios expedientes sancionadores por incumplimientos de los plazos y un proceso de rescisión de contrato— puede “entrar y acabar la obra”.
Lo cierto es que fue Arranz, antes de su cese, quien invitó al gerente de Inporman Building SAU, Francisco Bravo, a la reunión convocada por la alcaldesa para informar a los padres de los alumnos sobre la situación de las obras, que gestiona la Junta y cofinancian ambas administraciones.
Bravo ha asegurado que puede acabar la obra en tres meses, algo de lo que desconfía tanto la Junta —“ha jugado y quiere seguir jugando con nosotros”, ha dicho el delegado, Javier López-Escobar (PP)—, como el propio equipo de Gobierno y la mayoría de los padres.
Sin embargo, Arranz cree a Bravo y considera que si la Junta no pone reparos a que Inporman continúe, la obra del polideportivo estaría acabada en esos tres meses. No obstante, ésta no fue la solución en la que creía en un principio. Arranz manifestó que el Ayuntamiento debería modificar el convenio con la Junta para que las obras fuesen gestionadas directamente por la administración municipal. Habló entonces de una contratación directa, sin proceso de licitación, de tal manera que “si nos dan el proceso limpio, las obras acabarían en tres o cinco meses”.
En cualquier caso, el exconcejal de Deportes parece confiar en Inporman y, con ello, atribuirse que tenía la razón, según se deduce de sus ‘post’ en Facebook, donde se presenta como víctima de una ‘Operación Política’ del PSOE contra él, y carga duramente contra el equipo de Gobierno y la Junta.
“La verdad solo tiene un camino….. y saldrá tanto en el asunto del Peñascal como en la Operación Política contra mi…”, dice Arranz en la red social, donde también apunta: “Creo que descubrí una operación de la Junta para que Clara Luquero no inaugurara el Pabellón del Peñascal, ¿y qué hizo el PSOE y el grupo PSOE en el Ayuntamiento de Segovia?. En vez de apoyarme aprovecharon para pasarme la cuenta de Juan Luis Gordo y compañeros. La verdad solo tiene un camino y si el Pabellón se acaba en tres meses muchos se tendrán que tragar las palabras y dimitir….”
