Animación y ganas de fiesta no faltan en San Lorenzo. “Hay que aparcar a la prima de riesgo unos días”, decía un peñista poco antes de que la alegría se desbordara en la plaza del barrio con la concentración de peñas que tradicionalmente abre el programa festivo.
Aunque el pregón ya se pronunció —este año un día antes—, fue ayer cuando, un año más, las plazas y calles del barrio se vistieron con el colorido de los trajes de peña; mucha profusión, por cierto, de complementos, desde corbatas a tutús de bailarina en tonos vivos.
Poco antes de las ocho de la tarde la animación era grande y la panorámica que ofrecía la hermosa plaza de San Lorenzo, engalanada como siempre para recibir el jolgorio de una juventud dispuesta a pasarlo en grande, no defraudó.
No pasaba desapercibida una piscina hinchable en uno de los extremos, por obra y gracia de la peña Insaciables, llena o casi, para refrescar a más de uno, y de una, antes del desfile. No muy lejos una peñista muy joven regañaba cariñosamente a su abuela y a otra señora: “Os vais a mojar ¿qué hacéis aquí?”.
Mientras tanto, por las calles del Puente y de Santa Catalina iban apareciendo peñistas, en algunos casos con carros de supermercado y hasta una carretilla, cargados con botellas de gaseosa o brebajes similares. Hubo hasta un tándem de bicicletas con miniremolque.
Poco después de las 20,15 horas, representantes de la comisión de peñas, junto a autoridades, subían al camión escenario de la orquesta Tritón, que por la noche se encargaría de la verbena, para proceder al tradicional chupinazo.
Antes, una representante de las peñas cogió el micrófono para animar a los presentes a dejar por unos minutos los chapuzones en la piscina portátil y ocupar el centro de la plaza. “Hasta que no se llene no empieza”, afirmaba para, a continuación, llamar la atención a un peñista dirigiéndose a él por su nombre al estilo de las maestras de escuela de toda la vida. Llamamiento también para Jorge, el rey de las fiestas: “Que tienes que subir al camión” —la reina y las damas ya se habían incorporado a la comitiva—. Conseguidos todos los objetivos, unas breves palabras para desear a los presentes “una semana inolvidable llena de ilusión y buenas intenciones”. Vivas a San Lorenzo, cánticos — “San Lorenzo oé, San Lorenzo, oé”— emoción, chupinazo y lluvia de gaseosa, gritos, risas, carreras… Y a desfilar por las calles del barrio hasta la residencia de ancianos del Terminillo.
Los peñistas estuvieron acompañados por el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Jesús Postigo y una buena representación de su grupo municipal, pues por algo la concejala Isabel San Juan es peñista y a algo invitaría.
