En una primera y rápida valoración de los galeristas, un total de 218, la feria se presenta bien, hay calidad y se aprecia el hecho de que el del arte es uno de los mercados a los que menos está afectando la crisis.
A quien desde luego no le ha afectado es al joven Eugenio Merino que a los tres minutos de abrirse las puertas ya había vendido a una coleccionista belga por 50.000 euros su escultura «Stairway to Heaven», que sin duda va a ser una de las más fotografiadas.
En una reflexión sobre la religión, Merino ha situado a un árabe rezando agachado; encima de él y arrodillado, un sacerdote católico y encima un rabino; esculturas realizadas en resina, silicona y pelo humano. Junto a ésta, en una vitrina de cristal se muestra otra pieza compuesta por una Biblia, un Corán y la Torá.
«Mi idea es la de la coexistencia de las tres religiones, que hacen un esfuerzo común para llegar a Dios en plan literal. Creo que la lectura es positiva», explicó Merino.
No parece que todos opinen así ya que la respuesta ha llegado desde la embajada de Israel en España que ha emitido un comunicado en el que afirma que el conjunto de obras de Eugenio Merino expuestas en ARCO «incluyen elementos ofensivos para judíos, israelíes y, seguramente, para otros».
Conseguir una buena feria es el objetivo de las galerías que han hecho un importante esfuerzo para traer sus mejores obras y artistas.
Este es el caso de Leandro Navarro con piezas de Juan Gris, Miro, Óscar Domínguez, Baltasar Lobo, Pablo Gargallo, Juan Bores o Manuel Rivera representantes de una memoria histórica cuya presencia es importante en las ferias de arte contemporáneo «porque dan un contenido añadido a la feria. Se ve más de cerca de donde sale el arte actual».
En un primer recorrido por la feria, con amplios pasillos y grandes espacios vacíos, es obligada una parada en la Galería Marlborough en la que, junto a la mencionada obra de Botero, se pueden contemplar piezas de Manolo Valdés, Lucio Muñoz, Juan Genovés, Arika o un bajorelieve de Lipchitz, valorado en 650.000 euros.
Segovia en ARCO
Hoy se inaugura la primera edición de Just Madrid, la primera edición de la Feria de Arte Contemporáneo Emergente, en el marco de ARCO. Como ya informó este diario, un total de 25 galerías nacionales e internacionales, 7 grupos comisariales y 60 creadores participan en este certamen, que se prolongará hasta el domingo intentando acaparar la atención de coleccionistas, comisarios, críticos de arte, galeristas y otros profesionales.
La representación castellana y leonesa contará con tres artistas: el segoviano Javier Fresneda (que participa enP la galería madrileña José Robles), la abulense afincada en Valladolid Sae Aparicio (con la galería cacereña María Llanos) y el segoviano Alberto Reguera (dentro de la galería santanderina Nuble).
Diversos artistas como Lucio Fontana, Jean Arp, Tony Cragg, Jaume Plensa, César, Koen Vanmechelen, Arman o Gloria García Lorca presentarán en la próxima edición de las ferias de arte contemporáneo ARCO y Art-Madrid sus trabajos realizados en vidrio.
Esta iniciativa, realizada con la colaboración de la Real Fábrica de Cristales de la Granja y el Instituto Berengo de Venecia, se mostrará en la exposición «El vidrio se transforma en arte», que se podrá contemplar hasta el 21 de febrero próximos.
Además, el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia también exhibe en su auditorio, hasta el 21 de febrero, la obra de Robert Irwin ‘Untitled 1965-1967’, dentro de las actividades de la Feria ARCO 2010.
Karmelo Bermejo, premio ARCO de la Comunidad de Madrid para jóvenes artistas
«La traca final», obra compuesta por una fotografía y un vídeo, recrea el acto de clausura llevado a cabo el pasado año durante la «Art Basel Miami Beach», que consistió en lanzar fuegos artificiales de manera que formaban la palabra «Recession» (Recesión).
La obra, que ha sido presentada por en ARCO por la galería Maisterravalbuena de Madrid, se convierte así en una paradoja, al invertir el ritual de celebración propio del éxito para conmemorar el fracaso.
El jurado, del que formaba parte la comisaria en ARCO de Los Ángeles -ciudad invitada de la feria-, Kris Kuramitsu, ha otorgado el premio a Bermejo por ser un artista «emergente» de «creciente interés» en el panorama internacional que ha creado un proyecto en el que se combina la «reflexión» sobre la crisis actual y una «nueva visión» sobre la producción de la obra de arte.