Los institutos ‘Andrés Laguna’, ‘María Moliner’ y ‘Francisco Giner de los Ríos’ pueden ofrecer los estudios del Bachillerato de Investigación y Excelencia para el curso 2015/2016 e iniciar una campaña de captación de alumnos con normalidad, según ha garantizado la Consejería de Educación que ha buscado fórmulas para hacer compatible la aplicación de la Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (Lomce), con la especificidad de este programa de Castilla y León.
El departamento de la Junta quiere disipar el temor de desaparición que pesaba sobre esta oferta de estudios novedosa y propia de Castilla y León, como consecuencia de la elevada carga lectiva que acarreaba el cumplimiento de las directrices de la Lomce sobre los cursos de Bachillerato.
Por el momento, el equipo que lidera Fernando Sánchez Pascuala en la Dirección General de Política Educativa Escolar de Castilla y León negocia con las universidades de la región la posibilidad de dar un trato preferente en la vía de acceso a los estudios superiores a los alumnos que concluyan con éxito el Bachillerato de Excelencia en cualquiera de sus modalidades. Según ha podido saber esta redacción en las conversaciones, incluso, se ha planteado la opción de facilitar el acceso directo como medida de compensación a unos estudiantes que ya desde el instituto están en contacto directo con la Universidad, trabajan con sus profesores y en sus laboratorios y clases, y que, además, a diferencia de otros compañeros de Bachillerato deben completar más horas de formación y realizar un proyecto fin de estudios de investigación para conseguir superar esta etapa.
En todo caso, esta oferta compensatoria solo tendría efecto para las instituciones académicas de Castilla y León, dejando al margen a los bachilleres que quieran estudiar en otras universidades, según han dejado ver varios profesores de los institutos directamente afectados.
Por otra parte, la Administración regional sortea el incremento de horas, que implica a la aplicación de la Lomce, con sesiones no presenciales, realizadas fuera del aula.
La ley del ministro José Ignacio Wert deja desde Madrid encorsetado el número de horas obligatorias de clases, sin permitir que las comunidades jueguen con algunas de las optativas para itinerarios específicos, y tampoco facilita el desarrollo de más asignaturas de las que la norma general marca, según han explicado los directores de los institutos.
El condicionamiento llega hasta el punto de que para que se pudieran llevar a cabo las distintas modalidades del Bachillerato de Investigación y Excelencia como estaba configurado y respetando las exigencias de la Lomce, los alumnos tendrían que completar semanas de entre 33 y 36 horas de clase, a diferencia de las 30 que cursan el resto de compañeros.
La propuesta que ha enviado la Consejería de Educación a los equipos directivos de los institutos sobre distribución de materias por curso y horario semanal, incluye periodos lectivos de libre disposición no presenciales en el instituto, según ha indicado el director provincial de Educación, Antonio Rodríguez Belloso. En el primer año se trataría de tres horas semanales y en el segundo de dos, de forma que los estudiantes tendrían 33 y 32 horas de clases más las horas de libre disposición, que según defiende la Consejería son necesarias y contribuyen a la adquisición de las habilidades vinculadas a la investigación. Las horas de libre disposición se emplearán en la realización de actividades complementarias en las universidades y en la realización de trabajos de grupo o individuales, relacionados con la materia trocal propia de la modalidad de estudio elegida.
Antonio Rodríguez Belloso resalta que se mantienen como materias de libre configuración autonómica las asignaturas de Iniciación a la Investigación, (en primero) como piedra angular para la formación en aquellos conocimientos necesarios para llevar a cabo una investigación, y Proyecto de Investigación, en segundo curso, que constituye el colofón de este bachillerato.
