César Pontvianne, presidente de Iberaval, destaca por su visión estratégica y su compromiso con el impulso a las pymes y autónomos. Bajo su liderazgo, la sociedad de garantía ha reforzado su papel clave en el acceso a la financiación. Hoy conversamos con él sobre el futuro del tejido empresarial en nuestra región.
— ¿Cuál es hoy la principal misión de Iberaval y cómo ha evolucionado desde que usted asumió la presidencia en 2019?
— La misión de Iberaval se centra en facilitar el acceso al crédito de autónomos, pymes y emprendedores mediante la concesión de financiación que mejoren sus condiciones, con precios más bajos y plazos de devolución más amplios, contribuyendo así al desarrollo económico sostenible, a la creación de empleo y a la competitividad del tejido empresarial. Estos objetivos son imperturbables desde que funcionamos como sociedad de garantía, pero sí es cierto que, desde hace seis años, hemos querido imprimir, aún más, el carácter de utilidad y compromiso que, a mi entender, hemos logrado alcanzar.
— ¿Qué necesita un emprendedor o empresa para acceder a los servicios de Iberaval?
— Fundamentalmente, tener un proyecto viable. Un plan de negocio claro y una defensa del mismo que deje fuera cualquier duda. La máxima que llevamos empleando muchos años, y que vemos que ya utilizan también otros, es aquella que dice que ningún proyecto viable se quede sin financiación. En Iberaval reiteramos, porque lo creemos firmemente así, eso de que éste es el mejor momento para invertir. Y, de hecho, existen múltiples soluciones para lograr recursos para impulsar proyectos empresariales, bonificaciones por ejemplo del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, que canalizamos a partir de Iberaval.
— ¿Podría compartir algún caso reciente de una empresa que, gracias a Iberaval, haya logrado superar un momento crítico o crecer de manera significativa?
— Verá, esas casuísticas obviamente en ocasiones no son públicas. Pero sí le puedo decir que no son pocos casos y, en ocasiones, muy cercanos… En Castilla y León contamos con oficinas en diez ciudades —las capitales, entre ellas Segovia, y Ponferrada— y cada año entendemos entre 5.000 y 6.000 iniciativas empresariales. Ese abanico de operaciones, lógicamente, brinda como digo todo tipo de circunstancias. Iberaval representa una solución accesible, certera y transparente, que ha brindado soluciones que han contribuido a salvar proyectos que, de otra manera, realmente se habrían visto abocados al cierre. Por problemas de tesorería, por malas decisiones, por momentos puntuales que ahogaron la caja… en fin, el haber sido ese salvavidas que requerían en un momento crítico constituye otro elemento de orgullo para nosotros.
— ¿Cómo ve el tejido empresarial en Castilla y León? ¿A qué retos debe responder en un futuro próximo?
— Castilla y León tiene industria, tiene comercio y tiene servicios. Cuenta con recursos únicos en su territorio -como un legado histórico-artístico y natural único-, pero lo cierto es que el peso económico clave lo representan la automoción y la agroganadería. En este último apartado creo que hay innumerables oportunidades, y, entre todos, debemos posicionar a Castilla y León como esa fuente de alimentación que llevamos siendo mucho tiempo. Si me pregunta por retos, creo que se centran en la productividad, la competitividad y el ser capaces de vender mejor lo que hacemos. Siempre digo que no acabamos de creernos lo buenos que somos, y ciertamente creo que lo somos.
— ¿Tenemos reemplazo con jóvenes empresarios? ¿Es esta tierra un lugar de emprendedores o nos falta iniciativa?
— Nacen menos niños, los jóvenes escuchan en sus casas que lo ideal es que sean funcionarios, no incentivamos el trabajo como se debería… de modo que, el caldo de cultivo no es el mejor. Además, Castilla y León emprende menos que la media en España. Sin embargo, creo que tenemos otros valores, como por ejemplo el rigor, la capacidad de trabajo y de sacrificio que, también, hemos demostrado durante mucho tiempo. Por ese motivo, creo que hay que dar un voto de confianza a los jóvenes, acompañarles, respaldarles y darles todas las facilidades que sean posibles para que emprendan y se queden aquí. Creo que van a estar mejor en pocos lugares.
— ¿A cuánto va a ascender el volumen de financiación facilitada a empresas y autónomos en 2025? ¿Cuál es la progresión en los últimos años? ¿Y en concreto en Castilla y León? ¿y en Segovia?
— Bueno, estamos pendientes del cierre, pero nuestra visión es positiva con respecto al año. El volumen financiado que mantenemos vivo avanzará en torno a un 6 por ciento. Estamos por encima de los 1.700 millones de euros, de los cuales 80 millones se sitúan en la provincia de Segovia. Con ese importe, contribuimos al sostenimiento de casi 8.300 puestos de trabajo. Ese dato es especialmente satisfactorio. En Segovia, por ejemplo, este año, vamos a cerrar con una financiación superior a la que brindamos a pymes, autónomos y emprendedores en la provincia durante 2024. Con respecto a la progresión de Iberaval durante los últimos años, no cabe duda de que hemos logrado un posicionamiento claro y robusto, en parte por las personas que componen el equipo, pero también por circunstancias ante las que respondimos de una forma, modestamente, sobresaliente. Hablo de cómo acompañamos a las pymes en un momento crítico como fue la pandemia. Castilla y León no es una isla en medio de nuestra actividad, de hecho es nuestro foco fundamental y tiene un buen comportamiento general. Los empresarios no se paran ante las dudas que existen en la política. Lo mismo ocurre en Segovia. Y todo esto, la sociedad en general lo agradece, aunque debería expresarlo más claramente.
— Mirando a 3-5 años, ¿cuáles son las prioridades económicas de Iberaval para garantizar solidez financiera y apoyo a los sectores más estratégicos de la economía regional?
— Nosotros trabajamos para financiar a las pymes, en 2026 llevaremos 45 años haciéndolo, y vamos a seguir. Las sociedades de garantía son entidades contracíclicas, funcionan mejor en momentos de dificultades, pero hemos demostrado sobradamente que estamos para las duras y las maduras. Nuestro propósito es ese, pero siempre manteniendo un control estricto de los riesgos, el equipo y los órganos decisorios entienden muy bien el riesgo empresarial, y eso supone una garantía adicional a nuestro trabajo.
— Desde su experiencia, ¿cuáles son hoy los principales retos que afrontan las pymes en Castilla y León y cómo pueden prepararse mejor para ellos?
— Bueno, como decía, creo que se debe incentivar la localización de empresas, respaldar soluciones como en enganche a redes de transporte eléctrico y de comunicación. Se debe apostar más por los municipios que a su vez se creen de verdad que con industria y empresas se puede vivir más allá de las grandes ciudades, y también se debe incentivar la colaboración privado-pública para combatir el despoblamiento de ciertos lugares. Tenemos Madrid al lado y no debemos dejar escapar oportunidades.
— ¿Qué consejo daría a los emprendedores y a las pymes que aún no han utilizado una SGR como herramienta para mejorar su acceso a financiación?
— Somos entidades financieras supervisadas por el Banco de España, tenemos respaldo y un potente reconocimiento por parte de instituciones como la Junta de Castilla y León. Somos una puerta abierta a la financiación empresarial y, a la función asesora por la que somos conocidos, hay que sumar ventajas clave para todo proyecto: al ser entidades mutualistas y actuar como una central de compras -entiéndaseme-, logramos mejores precios y plazos más amplios, como le decía. Iberaval siendo la sociedad de garantía líder de Castilla y León -que supone apenas el 5% del PIB nacional- encabeza el sector de las garantías en España y, además, lo hace con un peso de más de 20%. Son argumentos sólidos a los que hay que sumar la agilidad en la tramitación. Queremos ser útiles y, la mayoría de las veces, lo conseguimos.
