Un estudio de la Cátedra Unesco de Gestión Política y Universitaria aprueba la formación de los profesionales de las universidades de Castilla y León, pero suspende a estas instituciones académicas en transferencia de conocimiento. Así se desprende del informe ‘El papel de las universidades de Castilla y León en el desarrollo de la región’, que se analizó ayer en una jornada que inauguró el consejero de Educación, Juan José Mateos, junto con el director de la Cátedra, Francisco Michavila. El informe, patrocinado por el Banco Santander, presenta una valoración positiva sobre el estado actual de la universidad de la Comunidad, ya que el 45 por ciento de los encuestados -entre los que se encuentran universidades, organismos de investigación, empresas y organizaciones, entre otros- afirma que, desde una perspectiva temporal se mantiene igual, mientras que el 32 por ciento cree que está mejor y un 18 que tiende a empeorar.
No obstante, suspende en transferencia de conocimiento, sobre todo desde la perspectiva de los propios miembros de la universidades, donde el 44 por ciento de los encuestados da una nota de 2 sobre 5, la misma que le otorga a esta variable los diversos organismos de investigación, mientras que Administración y empresa se quedan en un 38 por ciento. También es negativa la capacidad de la universidad y los agentes sociales y económicos para asumir proyectos en común y el grado de interés de la sociedad en asuntos universitarios. En este caso, también son más pesimistas los propios universitarios y los organismos de investigación, mientras que la empresa muestra su mayor pesimismo en el interés de la sociedad sobre los asuntos universitarios.
Entre las fortalezas los encuestados han situado a la universidad como foro de intercambio de ideas, la experiencia de gestión y desarrollo de proyectos de investigación, el equipamiento y las relaciones con otros centros, la tradición y la masa crítica o la capacidad y la calidad de la formación de los investigadores y tecnólogos.
Por el contrario, destacan como debilidades la escasa transferencia de conocimiento universidad-empresa, aseguran que el sistema carece de directivas estables y basadas en una planificación estratégica adecuada a los problemas actuales, un desigual sistema de reconocimiento, valoración y financiación de los distintos elementos del triángulo de conocimiento, tanto a nivel institucional como individual, la difícil empleabilidad, la poca formación práctica del alumnado y el porcentaje bajo de profesores que realizan I+D constante y relevante.
Sobre las metodologías en el desarrollo de competencias relacionadas con la investigación, el 75 por ciento de los encuestados considera que estas favorecen el aprendizaje, mientras que el 79 por ciento está de acuerdo con que «las universidades de Castilla y León cuentan con unas instalaciones adecuadas» y el 59 afirma que la manera en la que se organiza la dirección y seguimiento de las tesis es la adecuada. También sostienen que la transferencia de conocimiento entre universidad y empresa requiere de más herramientas que la potencien.
Mateos remarcó que las universidades deben de ser el «motor económico» de carácter innovador y científico para comunicarse con la sociedad, algo en lo que coincidió con el director de la Cátedra, Francisco Michavila, quien remarcó que este trabajo es pionero y de la jornada saldrán más conclusiones. No obstante, abogó por ejercer una mayor implicación de la universidad con la sociedad para «ayudar a formar a jóvenes inconformistas». En este sentido, el vicerrector de Docencia de la UVA, José María Marbán, dijo que el reto es «enseñar a emprender.
