Una visita guiada a la Cueva de Santo Domingo, en el monasterio de Santa Cruz la Real, puso fin ayer a la exposición sobre Pedro Berruguete en Segovia, inaugurada en diciembre de 2013 y que ha contado con numerosas iniciativas durante el primer semestre de 2014. La visita estuvo organizada por el Museo de Segovia, en colaboración con la Asociación de Amigos del Museo y con la organización conjunta de la Diputación.
El grupo guiado por el profesor de la UVa Francisco Egaña descubrió el valor del primitivo retablo que Berruguete realizó por encargo del prior del Convento Santa Cruz la Real, fray Tomás de Torquemada. Gracias a sus investigaciones, Egaña ha podido rescatar esta obra trascendental en la trayectoria de Berruguete en Segovia.
De la obra solo se conserva la calle central, que ocupaba el célebre ‘Cristo Crucificado’ y que fue hallado en 1965 en uno de los desvanes del convento.
La recuperación y reconstrucción del retablo fue posible por el testimonio gráfico que procura el ‘Éxtasis de Santa Teresa’, gran lienzo anónimo de la primera mitad del siglo XVII, hallado también en las dependencias del extinguido convento, puesto que la obra de Berruguete forma parte del fondo de la escena del cuadro. Esta pista puso fin a las hipótesis y especulaciones sobre la función y emplazamiento original de la parte conservada del retablo, el ‘Crucificado’.
Este cuadro barroco ha permitido que se conozca la ubicación y ordenación iconográfica, además de su función litúrgica y hasta su cronología aproximada. Así, se sitúa su ejecución a mediados de la década de 1480, gracias a lasprecisiones cronológicas sobre las obras realizadas en la Cueva de Santo Domingo durante la reedificación del convento por los Reyes Católicos, actual sede de IE Universidad.
Otro apunte que detalla la fecha de realización es la similitud formal que existe entre el ‘Cristo Crucificado’ del retablo y el Cristo varón de Dolores que aparece en la otra tabla atribuida a Berruguete conservada en Segovia (‘La misa de San Gregorio’ de la Catedral).
