Efectivamente, lo venimos diciendo con frecuencia, que el tiempo pasa a gran velocidad, pero, a pesar de ello, cumplir un centenario…o más, no es tan fácil. Por eso destaco que, en el último concierto ofrecido en el Teatro Juan Bravo por la ya histórica y centenaria Sociedad Filarmónica de Segovia, la Filharmonía Ibérica, bajo la dirección del también pianista catalán Melani Mestre, inició su programa con la célebre “Rapsodia in blue”, con motivo de haberse cumplido el pasado febrero el primer centenario de su composición por el norteamericano George Gerswhin. La versión fue ofrecida para piano y orquesta de cuerda; la inicial del compositor, tan celebrada y universalmente conocida, fue para piano y banda de jazz, con la originalidad de mezclar elementos de música clásica con complementos del tradicional jazz americano. El mismo compositor se sentó al piano en el estreno. Tenía 25 años.
Si echamos mano de cualquier diccionario de música, encontraríamos una larga lista de centenarios de nacimientos y óbitos de compositores y de las más celebradas partituras; sólo un ejemplo, también en este 2024 hace 200 que se estrenó la “Novena Sinfonía” del gran Beethoven. Pero, sin acudir a estos diccionarios, más cerca de nosotros tenemos a este diario que, como tal, cumplió los 123 años el pasado día16, y se cumplen también los 125 de la creación del Cuerpo de Policía Local de Segovia.
Bien, pasemos ahora del escenario de nuestro Juan Bravo dando un salto al del Teatro Español de la madrileña plaza de Santa Ana. Motivo, porque también allí se representa una obra asimismo centenaria, salida de la pluma del gallego Ramón María del Valle-Inclán. Se da la circunstancia de que es la primera vez que “Luces de Bohemia” se presenta en el Español. Se produce a iniciativa del nuevo director del teatro, Eduardo Vasco, que ha “fichado” a los actores Ginés García Millán para el papel estelar del poeta ciego Max Estrella, y Antonio Molero en el de su golfo acompañante. La obra tiene también la singularidad de que el director ha elegido un grupo de nada menos que 29 actores y actrices para encarnar los personajes que completan el reparto. Entre ellos (y me satisface anotarlo) a mi nieto Juan de Vera, que ya “ha pisado” muchos escenarios y ahora encarna el personaje de Clarinito/El Joven, joven poeta bohemio. El estreno fue el pasado 17 de este mes, premiado con grandes ovaciones, y permanecerá en cartel hasta el 15 de diciembre. “Luces” es un claro ejemplo del teatro esperpéntico creado por Valle-Inclán.
Y desde este escenario que acoge a la obra tan representativa del esperpento, nos vamos a contemplar “otro esperpento”, ya fuera de escenario, en plena calle, a la vista de todos y camino también de hacerse centenario: la colección de cables que, producto de las obras del mal acondicionamiento del firme entre las Plaza Mayor y la de Juan Guas, esperan que “un día” las empresas respectivas se animen a soterrarles. Suponiendo que no tengamos que hacer un donativo los vecinos, porque ya nos va a caer a todos una buena el año próximo con la subida de impuestos, especialmente el de las basuras exigido por el Gobierno a los ayuntamientos, ya que nuestras máximas jerarquías deben responder a las disposiciones de la Unión Europea por no haber cumplido a tiempo sus obligaciones. Y como tienen que sacar más dinero de donde sea, pues lo más fácil ex exigir por decreto la subida…que, dicho sea de paso, tampoco le irá mal al Ayuntamiento, ahora que le amagan con una deuda de varios miles de euros, contra la que presentará, según dicen, el correspondiente recurso. ¡Herencias del pasado!
