Todos los segovianos interesados en la Cultura confían en que no sea así, pero la sesión de la Tertulia de los Martes que ha protagonizado esta semana el cantautor y compositor Amancio Prada podría ser la última. Si el tiempo y algún inesperado patrocinador no lo evitan, la Tertulia de los Martes, una de las actividades culturales más veteranas de la ciudad, con más de treinta años de existencia, podría decir adiós para siempre.
“Nosotros hemos entregado los trastos”. El escritor Ignacio Sanz, uno de los promotores de esta actividad resumía así ayer, en declaraciones a esta Redacción, la situación generada por las dificultades por las que atraviesa Caja Segovia, tras su integración en Bankia, su posterior desaparición y su esperada conversión en una fundación que nadie sabe cómo va a funcionar ni de qué presupuesto va a disponer.
Sanz recordaba que han sido 30 años de tertulias, con el etnógrafo Joaquín Díaz como primer invitado y Amancio Prada, posiblemente, como el último; además de una colección de narrativa que ha alcanzado también la treintena de títulos. “Nosotros hemos hecho las cuentas, hemos devuelto a Caja Segovia una pequeña cantidad que ha quedado y estamos sin calendario de actividades para 2013 ni perspectivas de tenerlo”, dijo.
El escritor subrayó que no es que desde Caja Segovia “nos hayan dicho que no hay dinero para seguir, es que ni siquiera hay un interlocutor a quien dirigirse”; “Bankia no tiene rostro, ni posibilidad de mantener la vinculación emocional con Segovia”, agregó Sanz.
El escritor se mostró pesimista al ser preguntado por la posibilidad de retomar la actividad en unos meses, si la fundación de Caja Segovia comienza a funcionar o si surge otro patrocinador. “Nosotros estamos dispuestos a seguir, ojalá pudiéramos decir en unos meses que continuamos, pero también hay que asumir que a los jóvenes no les interesa la Cultura; el martes, en la sesión con Amancio, estuvo la sala llena, pero la edad es de 45 años a 80”.
Sobre las consecuencias de la situación que atraviesa Caja Segovia, Sanz vaticinó que, en poco tiempo, “se verán afectadas las asociaciones, los equipos deportivos, las salas sociales de los pueblos…; nos estamos empobreciendo, es devastador”
