La Marcha Cicloturista Internacional Pedro Delgado cumplió su vigésimo novena edición con 1.500 ciclistas homenajeando al ciclista madrileño Alberto Contador, en una jornada que comenzó con más de veinte grados de temperatura a los pies del Acueducto, y finalizó con cerca de 40 en el pabellón que pone nombre al campeón segoviano.
El inmenso pelotón se dio cita a las ocho de la mañana a los pies del Acueducto romano para tomar la salida de una Marcha que en sus prolegómenos llevó a cabo el homenaje a Contador, quien mostró su agradecimiento por haber sido invitado a realizar una marcha “por estos puertos en los que tanto he entrenado, pero en esta ocasión disfrutando de los fans que son los que me han dado todo su cariño a lo largo de los años, porque pruebas como ésta tengo la ocasión de compartir carretera con ellos”. Junto a ellos, muchos ciclistas entre los que destacaba la presencia del que fuera corredor profesional José Ángel Gómez Marchante.
Como quiera que el calor se aventuraba protagonista, tanto ‘Perico’ como Contador instaron a los ciclistas a no volverse locos dando pedales, y disfrutar de una marcha “en la que hay kilómetros para todo”, afirmaba el campeón madrileño, mientras que Delgado avanzaba que “hay que comer bien y beber bien para que no haya problemas”.
SIETE MINUTOS PASANDO POR LA SALIDA
Siete minutos tardó todo el pelotón en cruzar la pancarta de salida, buena muestra del gran número de participantes en la Marcha, con numerosos ciclistas luciendo el maillot conmemorativo del evento, que recordaba al del equipo holandés del PDM que vistió Pedro Delgado durante los años 1986 y 1987. Los primeros once kilómetros se realizaron de manera neutralizada hasta La Granja de San Ildefonso, donde cada corredor tuvo libertad para buscar su ritmo y completar de la mejor manera los 164 kilómetros del recorrido de gran fondo salpicados por los puertos de Navacerrada, La Morcuera, Canencia y Navafría, o los 119 del trazado alternativo, que eligieron un buen número de participantes.
Mientras tanto, la actividad en la meta pasaba de relajada a febril en poco más de cuatro horas, con los aficionados y los familiares de los participantes llegando hasta las puertas del pabellón Pedro Delgado, en la que los patrocinadores de la Marcha habían instalado una serie de carpas.
Édgar Esteban y Raúl Rodríguez entraron juntos en la meta después de ser los más rápidos en completar el trazado
La Marcha Pedro Delgado, aunque no es una carrera competitiva en su esencia, siempre genera un espíritu de competición entre los participantes más preparados. Así Édgar Esteban, un habitual en las posiciones cabeceras de la Marcha que en las ediciones de 2022 y 2023 llegó el primero a la meta, volvió este año a poner un ritmo elevado al que sólo pudo responder el segoviano Raúl Rodríguez, con Juan José Pérez un poco más retrasado. Los kilómetros pusieron de acuerdo a ambos corredores, que cruzaron juntos la línea de meta con un tiempo de 4:21.23, algo más lento que el empleado el año pasado. Poco más tarde terminó la prueba Juanjo Pérez, dando paso a todo un rosario de corredores entre los que se encontraba la primera fémina en completar el recorrido, María Alonso, con Pilar Solano entrando en la meta como segunda, ambas entre los cien primeros corredores en terminar la Marcha.
DELGADO Y CONTADOR, JUNTOS
Pedro Delgado, acompañado por Alberto Contador, eligió el recorrido de gran fondo, llegando a la meta con un crono superior a las cinco horas tras superar los 164 kilómetros. Cientos de participantes en la Marcha, junto con un buen número de aficionados al ciclismo, esperaban dos de los campeones más carismáticos del ciclismo español en la llegada para tomar más de una foto histórica (porque no muchos pueden decir que tienen una foto con dos ganadores del Tour) y llevar a cabo la entrega de premios y la tradicional comida de hermandad con la que concluyó la jornada. En el horizonte de 2025 queda la trigésima edición de la Marcha.
MÁS DE 25.000 BOTELLINES DE AGUA
La dimensión de la Marcha Pedro Delgado es enorme, pero desde hace algunos años la participación se ha estabilizado en el entorno de los 1.500 participantes, por lo que la organización tiene ya adquiridos una serie de automatismos que permiten solucionar los problemas con más o menos celeridad.
Uno de esos problemas pasaba este año por reforzar los avituallamientos. El fuerte calor que auguraba la jornada dominical obligaba a tener muy bien provistos los lugares donde los ciclistas podían recoger tanto comida como bebida, y así la organización preparó para los avituallamientos un total de 25.000 botellines de agua, más de 13.500 botes bebidas isotónicas y refrescos y 800 kilos de alimento entre los que se podían encontrar fruta (sandía, plátanos…) sandwiches, geles y barritas energéticas.
Juan Manuel García, con 77 años, fue el participante de mayor edad en la Marcha. Rubén Martín, con 17 años, el más joven
Ya en la meta, a los esforzados de la ruta les esperaban 6.000 botellines de agua, otros tantos de refrescos y bebidas isotónicas, 23 barriles de cerveza, más café a discreción y la comida preparada por la organización para 3.500 personas. Son números que revelan la dimensión de una de las pruebas deportivas más multitudinarias que se celebran en Segovia.
Como viene sucediendo en las diferentes ediciones de la Marcha, la organización quiso tener un reconocimiento a algunos participantes, como el más veterano en la figura de Juan Manuel García, de 77 años, o el más joven que fue Rubén Martín Barreno con sus 17 años recién cumplidos. Además, también hubo reconocimiento para los clubes Bicilab y Amigos del Plato Grande, que tuvieron una numerosa presencia de ciclistas en la línea de salida, como también hubo presencia internacional en la prueba, con ciclistas llegados desde lugares tan lejanos como Colombia, México o Emiratos Árabes para disfrutar de la Marcha junto a los dos ganadores del Tour de Francia.
