El turismo es un fenómeno nada reciente, aunque muchos años atrás no se aplicara este nombre y sí el de ”viajeros”. Y es que Segovia siempre ha estado muy unida a esa actividad viajera, de movimiento de ir y venir, y la prueba la tenemos en la cantidad de personajes, nacionales y extranjeros, que desde hace siglos visitaron Segovia. Escritores, pintores, fotógrafos, viajeros de todo tipo han acudido a nuestra ciudad, y pruebas patentes las tenemos en sus comentarios sobre ella en libros, artículos, pinturas, testimonios gráficos (los mejores fotógrafos de comienzos de este arte visitaron Segovia).
Desde aquellos comienzos del turismo-viajes hasta hoy, las cosas han cambiado mucho –también en éste como en otros muchos aspectos-, pero el interés de los segovianos sobre el turismo siempre ha estado presente en la ciudad y provincia.
Conservo de 1963 un librito con las conclusiones a que se llegó en la I Asamblea Provincial de Turismo, que fue convocada por el entonces gobernador civil franquista Juan Murillo de Valdivia, que implicó en el tema a Fraga Iribarne como presidente de honor y a otros altos cargos del gobierno como miembros de honor, así como a las principales autoridades provinciales a las que se incluyó en la comisión ejecutiva.
Cito, como curiosidad, la temática de las ponencias presentadas: Obras infraestructurales precisas para el desarrollo turístico; revalorización turística de lugares de atracción; desarrollo de alojamientos turísticos; otros aspectos de turismo provincial (turismo juvenil y social, turismo deportivo), y una ponencia adicional sobre “Fiestas, folklore y gastronomía segoviana” cuya redacción nos encomendaron a Cándido, Mesonero Mayor, y al autor de estas líneas.
Con este ejemplo quiero remachar el interés que siempre ha habido en nuestra provincia por el tema, sobre el que en años sucesivos se organizaron conferencias, mesas redondas…Lo que ocurre es que en muchas ocasiones, las conclusiones y acuerdos adoptados en este tipo de asambleas y congresos no llegan a consumarse, al menos en su totalidad. Esta es cuestión no solo de nuestra provincia, sino de asambleas multitudinarias en otros lugares que, al fin, quedaron con sus conclusiones prácticamente olvidadas. Y es que una cosa es tratar un tema concreto, adoptar un acuerdo sobre él y luego encontrar dinero e iniciativa humana para ponerlo en práctica.
Frente a los numerosos y frecuentes grupos de visitantes que hoy recibe Segovia, entre turistas extranjeros (incluyo los orientales) y nacionales, que es indudable dejan un beneficio, en muchos aspectos, en la ciudad y en localidades provinciales también muy sobresalientes en el tema de turismo, hay que estar ojo avizor ante problemas muy agudos que puedan presentarse en el futuro, como ha ocurrido en numerosas ciudades europeas por la excesiva masificación de visitantes.
Aparte, hoy surge otra cuestión, según avisan los directores de grandes hoteles: Y es que la llegada de capital extranjero a muchas cadenas, está haciendo que paulatinamente vayan cayendo en interés los hoteles de tres y cuatro estrellas, con mayor solicitud de los de lujo, con grandes mejoras en sus instalaciones, pero también con precios mucho más elevados. ¿Y pretenden prohibir los apartamentos y “pisos turísticos”? Veremos qué pasa al final.
Perdone, amigo lector, que introduzca (aunque no vaya al tema) un detalle muy concreto referido a este periódico: Los forasteros que llegaron a la ciudad el 20 de junio de 1901 pudieron adquirir el número 1 del diario, aparecido ese día ya con el título de “El Adelantado de Segovia, periódico político, literario y de noticias. Se publica los jueves”, adquirido por su nuevo director, Rufino Cano de Rueda, a la anterior empresa que le había publicado con el nombre de “El Adelantado”.
En la primera página iba una nota sobre “Nuestro programa”, mientras en la página 3, de las cuatro que contenía, figuraban noticias varias como la llegada a Segovia del Conde de Cheste para reponer su salud; el fallecimiento en Oviedo “del sabio catedrático de aquella Universidad e insigne escritor don Leopoldo Alas, conocido en el mundo literario por el seudónimo de Clarín”; la muerte en Zamarramala del pastor de 13 años Mariano Velasco, alcanzado por un rayo, y la “simpatía” de un gorrión, conocido como Perico, que en la calle de Los Cañuelos se posaba en las manos de los transeúntes.
