El Director Ejecutivo de la Euroliga, Jordi Bertomeu, vaticinó que el conflicto con FIBA “seguramente terminará en los tribunales muy pronto” porque la federación internacional “se dedica a deconstruir”, avisando de que “sería un desastre” que la competición de clubes no ganara esta disputa, ya que significaría que el baloncesto europeo “está viviendo en un entorno insoportable” donde “no hay sistema normativo estable”.
“El conflicto seguramente terminará en los tribunales muy pronto. Evitarlo fue la primera cosa que pedí en la reunión de ayer martes y no fue posible. Y sería un desastre que no ganáramos porque significaría que no hay un sistema normativo estable y que estaríamos viviendo en un entorno insoportable”, pidió Bertomeu en los Desayunos Deportivos de Europa Press, patrocinados por Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Liberbank y Repsol.
Para el directivo, “un inversor necesita un marco de reglas estable, no entra en un sitio donde cada día puede pasar lo que a alguien se le pase por la cabeza”. “Sería muy bueno que ganáramos este conflicto, pero también que no fuéramos al conflicto, que nos sentáramos y entendiéramos que no es posible”, admitió.
El máximo responsable de la Euroliga defendió que a ellos les toca “construir” y que “hasta ahora la FIBA se dedica a deconstruir”, lo que ha provocado que “la situación no esté bien” y que él ni siquiera sea “capaz de adivinar lo que puede hacer la FIBA” en las próximas semanas.
“La FIBA en este proceso ha tenido varias caras. Ayer, cuando le preguntamos a su secretario general si va a haber sanciones a los clubes de Eurocup nos dijo que no sabía nada, que era un tema de las federaciones nacionales y de FIBA Europa, un organismo que jurídicamente ya casi ni existe. Ya no continué preguntando porque me pareció que estaba haciendo el ridículo”, se sinceró
Bertomeu lamentó que exista “un conflicto derivado de un solo hecho: que la FIBA quiere hacer algo que no es legítimo para nada”. “El caso empieza en julio cuando van a ocho clubes de Euroliga y les ofrecen mucho dinero que los clubes rechazan. Once días después ofrecen otra competición a otros clubes de segundo nivel que se llama ‘Champions League’ y esos clubes también lo rechazan. Cuando eso es una evidencia se pasa a actividades más agresivas y hay un frenesí de reuniones. En la primera, la FIBA hace una advertencia, en la siguiente una amenaza, en la siguiente habla de descalificación”.
Además, explicó que le “parece reprobable que se haya puesto en medio de este conflicto a las federaciones nacionales y las selecciones”, subrayó el Director Ejecutivo de la Euroliga.
