Los pinares de la zona de Cuéllar, Coca y El Carracillo están sufriendo desde hace varias semanas la visita de grupos de personas dispuestas a subirse a los árboles para arrancar y llevarse cientos de kilos de piñas cada día.
Los dueños de los montes de pino albar (Pinus Pinea) y los empresarios dedicados a la explotación piñonera han denunciado varios casos de robos. Achacan a mafias y grupos organizados la sustracción de parte de la producción de de esta temporada.
El que se concentren en esta zona Noroccidental de la provincia los robos lo explica el hecho de que la producción piñonera es más alta que en otras comarcas. “Vienen en coches y furgonetas, les dejan en los pinares y vuelven horas más tarde a recoger las piñas y a los se suben a los pinos para arrancar las piñas”, relata uno de los empresarios que ya ha formulado algunas denuncias ante la Guardia Civil y que quiere evitar dar su nombre por temor a represalias.
El robo de piñas no es algo nuevo. Pero sí se ha acentudado en esta ocasión debido a la mayor efectivad para quienes lo practican, dado que en otras provincias, la producción ha sido menor, y por ende, resulta más rentable hacerlo en Segovia. De hecho, algunas de estas mafias organizadas se desplazan incluso desde la provincia de Zamora, asegura uno de los empresarios del sector.
El pasado mes de diciembre, la Guardia Civil ya detuvo a cuatro varones de nacionalidad rumana a los que sorprendió tras recoger 2.800 kilos de piñas en un pinar de la localidad de Gomezserracín. Los arrestados tenían 32, 39, 24 y 41 años. Las detenciones se practicaron gracias a la colaboración de agentes medioambientales, que se percataron del hurto y avisaron a la Guardia Civil, según dijo entonces la Subdelegación del gobierno. La operación fue coordinada por el Equipo ROCA de la benemérita y el valor del material robado ascendía a 1.900 euros.
Otro empresario, éste de Pedrajas de San Eeteban, en Valladolid, aseguraba que al sorprender a varios supuestos ladrones, le explicaron que su jefe les había dejado a las ocho de la mañana y les recogía a las tres de la tarde, para llevárselos a ellos y a las piñas que recogieran de los pinos.
“A menudo andas por el pinar y no los ves porque están subidos a los pinos”, asegura el empresario segoviano que tiene adjudicados varios montes públicos. “Si en una hora consiguen cien kilos, al precio que están ahora, de 65 o 70 céntimos el kilo, se han ganado 70 euros”, relata.
Añade que las piñas robadas por un valor inferior a 400 euros suponen una falta y no un delito. Es decir, que si la Fiscalía tasa el kilo de piñas a 30 céntimos, es preciso sorprenderles con más de mil kilos para poder imponer sanciones fuertes.
La campaña de piñón de este año en Segovia está resultando mejor que la de campañas anteriores. España es el primer productor mundial de piñones seguido de los países de la cuenca mediterránea, Francia, Italia y Turquía. Otros países, como Chile, están estudiando adoptar su cultivo. Solo en Andalucía existen 200.000 hectáreas, en Castilla y León 90.000 hectáreas. En la localidad de Pedrajas de San Esteban se procesa el 90% de los piñones del país. Allí se lleva gran parte de la producción de Segovia.