Un informe de Ecologistas en Acción desvela que sólo dos zonas de baño continental de Castilla y León presentan buena o excelente calidad de sus aguas, aspecto del que sólo pueden presumir las áreas acotadas de Fuente Prior, en el río Arlanzón en Burgos capital, así como Las Moreras, en el curso del Pisuerga a su paso por Valladolid.
A juicio de la organización conservacionista, otras 32 zonas presentan una mala calidad de sus aguas, por lo que las administraciones no facilitan información sobre ella, y 44 más están descatalogadas como lugares de baño, a pesar de que los ciudadanos las utilizan para tal fin, sin vigilancia alguna. En relación a las primeras, la mayor parte corresponde a la provincia de Ávila, con ocho, mientras otras siete zonas con calidad deficiente del agua se encuentran en León. Cinco más hay en Zamora; y cuatro en las provincias de Burgos y Soria. Palencia dispone de dos zonas en esta situación de mala calidad de las aguas o sin información, y por último, un área más se encuentra en Salamanca y otra en Segovia. Valladolid es la única provincia que no dispone de zonas en esta situación.
Asimismo, el informe elaborado por Ecologistas en Acción durante los años 2007 y 2008 enumera otros 44 lugares descatalogados a lo largo de los años 1995 y 1997, que durante la época de verano continúan siendo punto de disfrute de muchos ciudadanos, a pesar de que no cuentan con vigilancia administrativa y su correspondiente cuidado. De ellas, siete están en León y Soria, en cada caso, seis en Burgos y Segovia, cinco en Ávila, cuatro en Valladolid y Salamanca, tres en Zamora y dos en Palencia.
Los datos sobre las zonas de baño continental registradas en Castilla y León contrastan con los aportados por el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (Náyade), que elabora el Ministerio de Sanidad y Política Social a través de la documentación aportada por las comunidades autónomas. De esta forma, el informe ministerial establece que Castilla y León dispone de 31 y no de 78 zonas de baño, y todas ellas están «controladas oficialmente».
En este sentido, la organización Ecologistas en Acción reclama a las administraciones públicas la mejora del estado de conservación de estos ecosistemas acuáticos, de su protección y, por lo tanto, la catalogación de un gran número de estas zonas de baño que no están vigiladas, ni cuidadas.
En conclusión, la organización ecologista asegura que en los últimos años los períodos donde más descatalogaciones de zonas de baño se han registrado son aquellos que coinciden con la implantación de legislación relacionada con la depuración de las aguas residuales.
Es decir, que se ha elegido esta fórmula «para tapar las carencias» en el tratamiento de aguas residuales y no tener que actuar frente al deterioro de la calidad de la misma por la sobreexplotación de aguas superficiales y subterráneas, según denuncia Ecologistas en Acción.
A pesar de todo esto, lo peligroso para este colectivo es que los bañistas y el público en genereal siguen acudiendo a las zonas de baño habituales, «estén o no vigiladas y cuidadas» por las administraciones públicas.