Un estudio de CaixaBank Research estima que Castilla y León prolongará la “senda expansiva” en 2024, pero a un ritmo “desacelerado”, con un crecimiento del PIB del 1,2 por ciento, dos décimas menos que el conjunto nacional.
El servicio de estudios apunta que la industria mantendrá la “tónica positiva”, pero la construcción y, sobre todo, los servicios “amortiguarán su crecimiento”. Como en otras regiones industriales, afirman, “el principal riesgo del escenario procede de los posibles efectos de las tensiones geopolíticas, a través del encarecimiento de las materias primas o el bloqueo de rutas comerciales”.
CaixaBank Research sitúa a la Comunidad a la cola del ranking de crecimiento económico este año, con el mismo porcentaje de avance que Asturias (1,2 por ciento), y sólo por encima de Extremadura, que tendrá un exiguo dinamismo del 1,1 por ciento. En el extremo opuesto, está muy alejada de las autonomías de mayor crecimiento, Canarias e Islas Baleares, con un dos por ciento.
El documento explica sus vaticinios y destaca que el comportamiento del mercado laboral de la Comunidad está siendo “algo más débil” que en el conjunto del país. Además, incide en que el consumo se mantiene “algo aletargado” en la Comunidad, a la vista de la evolución de las ventas minoristas en volumen. Agrega que el IPI castellano y leonés sigue alejado de los niveles de 2019.
Por lo que se refiere al cierre del pasado ejercicio, según las estimaciones de CaixaBank Research, el PIB de Castilla y León creció en 2023 un 1,9 por ciento, por debajo de la economía española, que avanzó un 2,4 por ciento. Apuntan en el análisis que la Comunidad “recuperó el nivel prepandemia un año después que el conjunto del país”.
El estudio aclara que la “prolongada” contracción del sector agrario se añadió el impacto de la inflación y la subida de tipos en el gasto de las familias. No obstante, por el lado positivo, se produjo una “normalización” de las cadenas de suministro contribuyó a dinamizar el sector industrial, sobre todo la automoción.
