Hasta que el día 7 de enero los Reyes Magos inicien el camino de vuelta a sus respectivos países, una vez que con toda su mejor voluntad y cariño han depositado entre niños y mayores el regalo solicitado por cada uno, ES NAVIDAD. Quiere ello decir que hasta entonces podemos seguir felicitando y deseando los mejores días –digamos familiares- y un MEJOR año 2024 a amigos y conocidos, e incluso, con mayor extensión, a cuantos ciudadanos encontremos…incluyendo a los que pudieran sernos algo antipáticos, porque también para ellos es NAVIDAD.
También quiere decir que podemos continuar deleitándonos con la lectura propia para estos días, por ejemplo con los cuentos navideños de Larra, Mesonero Romanos, Alarcón, Bécquer, Pereda, Clarín…o las poesías de Gómez Manrique, Gil Vicente Santa Teresa, Marquina, Gloria Fuertes…
En la ciudad han aparecido balcones adornados de guirnaldas y luces de colores intermitentes, y por supuesto ha habido una exhibición de belenes que en Segovia han sido registrados hasta diez de organismos, entidades y templos, lo que ha llevado al Ayuntamiento a imprimir una “Ruta de Belenes”, con su correspondiente plano y la indicación en él de cada lugar. Simultáneamente, en la mayoría de los pueblos ¿podemos decir todos? en iglesias, ayuntamientos, centros sociales y no digamos viviendas, parece que se ha reanimado la afición al montaje de belenes, de mayor o menor valor artístico, pero todos respondiendo a la tradición y religiosidad de la gente, que de manera especial se pone de relieve en estos días. Y la afición a crear los propios ”nacimientos” también empieza a consolidarse; es un verdadero arte.
En los comentarios habidos en prensa en estas jornadas,escribía Antonio Piedra, en “El Mundo”, el día 23 de diciembre: Mañana es Nochebuena y una vez más repetiremos el mensaje fraterno de Lucas (en su evangelio en 2- 14) al “ejército celestial y a todo el pueblo de los hombres, “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. Lo suscribo de cabo a rabo ¿quién no?. Como vivimos en una excepción que se llama Sánchez, hagamos hincapié en el matiz que hace el evangelista, pues esa paz se restringe a los “de buena voluntad”. Y añadía: Cuando la práctica política va por otro camino, y se ajusta en todo a la voluntad del tirano, se falsea y se estira como el chicle para convertirse en otra cosa.
En el mismo diario comentaba Raúl del Pozo: “Al Rey le llaman masón y cosas peores. Se llega a las manos en los parlamentos donde los macarras y bocazas amenazan. Se insulta a los periodistas y a los jueces. El Poder Ejecutivo intenta empapelar al Poder Judicial con trampas y juego sucio y los disturbios de Cataluña se exportan a toda España. La ira, este año, ha amenazado las cenas de Navidad. (Y dice “el jefe” que se le está insultando ¡santo cielo!)
Y es que los periodistas tienen motivos para estas frases, dado que en política y en los políticos lo que estamos viendo, y padeciendo, no es muy frecuente en la historia, aunque nunca han faltado episodios similares. Pero ahora la moda en los plenos de Congreso y Senado y en las sesiones “más modestas” en Cortes, ayuntamientos y diputaciones, la palabrota, la acusación, los amagos de amenazas, los insultos, están a la orden del día. Y los más recientes el lanzamiento de una botella de agua vacía a otro colega, o llamar cabaretera a una concejala de la oposición…esto aquí cerquita, en nuestra misma Casa Consistorial.
A mucha gente no le importa para nada la Navidad, pero a otros muchos sí, y tratamos de conservar sus virtudes de amistad y fraternidad, y, por supuesto, de religiosidad, enfade a quien enfade, porque para estos la Navidad no cuenta. Para millones de españoles, SÍ, por eso hay que pedir respeto a los que, repito, no les importa la llegada del pequeño Niño, ni siquiera los Reyes Magos, porque “tiran más” hacia el trineo de Papá Noel, al que los demás también aceptamos y recibimos sin enfrentarle al verdadero Rey de la NAVIDAD.
