El Gobierno de España y el Presidente Sánchez no deja de dar titulares; hay titulares que quieren borrar el pasado, la desidia y la dejadez; los hay que pretenden borrar directamente la mentira y el engaño; otros titulares pretenden exclusivamente dar a conocer una noticia para tapar otra en contra y hay otros, que pretenden directamente engañar, aparentando preocupación por algún asunto o con algunas medidas concretas, aunque luego el cumplimento les importe un pimiento. En la política de Sánchez, la comunicación es fundamental, por que siempre habrá alguien que se crea lo que se dice y eso da votos. Los titulares ahí quedan, y venden, aunque luego el llevarlos a cabo sea lo de menos.
El Presidente Sánchez es desde luego un experto en dar titulares, aparentando preocupación y acción por muchos asuntos, pero luego la triste realidad es otra. En definitiva con los titulares lo que se hace es estar de actualidad y aparentar, y evitar así, que se hable de otros asuntos que les perjudica y que no pueden controlar. Un titular tapa a otro y así hasta el infinito.
Esta semana, todos los cuerpos de la justicia española están de huelga; los funcionarios del INSS a punto de saltar, ante la falta de gestión y dirección del Gobierno por no asumir su responsabilidad y dejando a los funcionarios a los pies de los caballos; y no digamos del desconcierto en Renfe, ante la imposibilidad de hacer frente a la bajada espectacular de la calidad del servicio ferroviario en España y en particular en la media y larga distancia de la alta velocidad, con enorme dificultad para encontrar billetes, permanentes atrasos en los viajes y parada de trenes por falta total de mantenimiento. Y de la cesta de la compra y el encarecimiento de las hipotecas, ni hablamos. Pero claro hay que conseguir que no se hable de estos asuntos, ni de la corrupción del PSOE en Valencia, o de la banda del Tito Berni en el Congreso, o de los okupas, o de las consecuencias de la Ley del sí es sí, o de las de la Ley Trans, o de cómo Sánchez se ‘vende’ literalmente a los EEUU saltándose el Convenio por la utilización de la Base de Rota por los americanos, sin pasar por la autorización del Congreso a cambio de su visita a La Casa Blanca, o de que 44 miembros de ETA y entre ellos siete condenados por asesinato, no sólo irán en las listas de Bildu sino que, y ahí esta lo grave, serán el soporte para que Sánchez intente seguir en la Moncloa. O del varapalo de la UE al Gobierno de Sánchez sobre la reforma del delito de malversación y que se tendrá que incrementar las penas, o de los informes de la AIRef y del Banco de España, diciendo que la nueva Ley de la Vivienda encarecerá aún más la vivienda y los jóvenes seguirán sin poder acceder a ella, o de la vergonzosa y peligrosa decisión del Tribunal Constitucional, de convertir el aborto en un nuevo derecho fundamental y reescribir la Constitución Española, cuando es sólo el pueblo español o en su defecto Las Cortes Generales, es decir el poder Legislativo, quien puede hacerlo. Y ¿del agua, qué?, 2.190 millones de euros en el Consejo de Ministros del jueves para “saciar mínimamente la sed” de agricultores y ganaderos, cuando fue Zapatero y el PSOE en 2004, quienes se cargaron directamente el Plan Hidrológico Nacional, puesto en marcha por un Gobierno del PP en 2003 y que hoy, 20 años después, hubiera podido paliar bastante la actual situación que padece España. Y mientras tanto, 11,5 millones de españoles viven en el umbral de la pobreza, que pasan autentica necesidad, y casi nadie y menos el Gobierno, se acuerda de ellos.
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(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
