Los líderes de la Unión Europea y de los países africanos asistieron a la primera jornada de la cumbre de La Valeta sobre migración con el compromiso común de “compartir responsabilidad” y respuestas para poner freno a la llegada de miles de inmigrantes irregulares a suelo comunitario. “No tenemos otra elección que ser socios, tener un diálogo franco, incluso en asuntos difíciles”, admitió el presidente del Consejo europeo, el polaco Donald Tusk, en su intervención al inicio de la reunión de líderes de ambos lados del Mediterráneo.
A continuación, el presidente de Senegal, Macky Sall, avisó de que “Europa y África no pueden ignorarse” y apostó por el diálogo y la apertura entre las dos regiones, al tiempo que ofreció “un espíritu de buena voluntad y de responsabilidad solidaria y compartida” para buscar soluciones a la crisis migratoria. También intervino en sesión abierta la presidenta de la Comisión de Unión Africana, Nkosazana Diamini Zuma, quien pidió a los Veintiocho que Europa no sea una “fortaleza”, sino que esté “abierta” a la llegada de migrantes por vías legales. E incidió en que las mafias que trafican con los inmigrantes son un “enemigo común” para ambas regiones.
A su llegada al encuentro, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, subrayó que “no es posible poner muros en el mar” y pidió “voluntad de trabajar juntos”, porque se trataría de dos regiones “interdependientes en este sentido”.
Los líderes de las regiones negociaron en esta cumbre un plan de acción con medidas concretas para cerrar las vías de entrada ilegal a Europa, pero también para negociar acuerdos de retorno y readmisión que permita deportar a los países de tránsito u origen a los inmigrantes llegados a la UE y que no tengan derecho a protección internacional, según afirmaron a los medios.
Eslovenia comienza a erigir las vallas.- El Gobierno de Eslovenia empezó ayer a erigir una valla en varias partes de su frontera con Croacia, apenas un día después de que el Gobierno anunciara que levantaría “barreras técnicas” para “dirigir” el flujo migratorio. Varios camiones cargados con vallas llegaron a primera hora del día a la localidad eslovena de Veliki Obrez, ubicada cerca de la frontera con Croacia, donde ya se han levantado cerca de dos kilómetros de valla.
Asimismo, las autoridades han levantado otros cien metros de valla en una zona abierta cerca de la localidad de Gibina, en el este del país. Por el momento no hay inmigrantes presentes en ninguno de los dos puntos, que cuentan con un gran despliegue del Ejército y la Policía. La decisión fue criticada por Croacia, que dijo que “sería mejor que construyeran centros de recepción”. “Ninguna valla puede evitar que la gente busque su camino”.
