Después de protagonizar una primera vuelta casi de ensueño, de enlazar hasta trece victorias consecutivas como si pareciera sencillo y de esperar tres semanas hasta que se inicie el grupo por el título (y el ascenso) en la División de Plata, el Viveros Herol Nava llega por fin a las citas más importantes de la temporada, las que decidirán el futuro de un club que hizo una fuerte apuesta por retornar a la Liga Asobal después del tremendo disgusto que supuso bajar de categoría cuando tenía la permanencia prácticamente en la mano, y que ha hecho los deberes de manera más que notable para llegar a esta segunda fase con todas las opciones abiertas.
Cerrar el primer tramo de la competición como líder del grupo le dio al conjunto segoviano la posibilidad de abrir y cerrar la segunda fase en casa, lo que puede significar toda una ventaja teniendo en cuenta lo que aprieta la afición de Nava, bien movilizada por el Frente Navaverde que ha querido engalanar el pueblo con los signos distintivos del club para comenzar a poner ambiente a este tramo de la temporada.

EL RIVAL YA HA HECHO LOS DEBERES

Así las cosas, el primero de los ocho trascendentales encuentros de liguilla para el Viveros Herol traerá hasta el Guerrer@s Naver@s al Hiros Caserío Ciudad Real, un equipo que la pasada campaña militaba en la Primera Nacional, y que con su excepcional primera fase en el Grupo B se ha dado el ‘gustazo’ no solo de salvar la categoría que era su objetivo principal, sino también de poder jugar por el ascenso a la Asobal aunque los de Santi Urdiales comiencen la liga con tres puntos, por nueve del Nava y diez de Sagunto y Novás, que parten como favoritos a ocupar las tres primeras posiciones.

Después de trece victorias consecutivas, las tres semanas de parón han puesto un punto de incertidumbre en el rendimiento del equipo

Pero es precisamente la ausencia de presión por haber cumplido ya el objetivo lo que hace al conjunto ciudadrealeño más peligroso si cabe. El Viveros Herol es consciente de que se juega la temporada en ocho partidos, mientras que su rival sabe que todo lo bueno que saque en estos encuentros sumará a su ya excelente campaña. Superar la presión será el primer reto para los de Álvaro Senovilla.
En principio, tanto locales como visitantes llegarán al encuentro sin bajas, aunque en el Hiros Ciudad Real la presencia de Rodrigo Martín-Pozuelo se hace complicada por sus problemas en un hombro. Sí es probable que haya una nutrida presencia visitante en la grada, así que tanto en la pista como fuera de ella la batalla (deportiva, que no estamos para más conflictos) está servida.

«JUGAR EN CASA NOS DA TRANQUILIDAD»

“Comenzar la fase en casa nos da mucha tranquilidad y confianza. Sabemos que tenemos a toda nuestra gente apoyándonos y dándonos nuestra mejor versión para acercarnos poco a poco a las dos primeras plazas que dan el ascenso”, señalaba Álvaro Senovilla en la previa del encuentro que medirá al Viveros Herol con un Hiros Caserío Ciudad Real “que es el único recién ascendido que se ha metido en fase de ascenso, algo que es muy difícil y habla muy bien del trabajo que ha hecho en un grupo con muchos equipos implicados en la fase de ascenso, sacando resultados favorables en pistas muy difíciles”.
Pero más allá del necesario análisis del rival, “un equipo muy peligroso y competitivo capaz de superar parciales desfavorables con una cierta rapidez, que aprovecha muy bien el contragolpe, y tiene jugadores muy creativos”, el técnico del Balonmano Nava prefiere centrarse en su plantel, “y no tenemos porqué pensar que no vamos a estar al mismo nivel al que estábamos hace tres semanas”.
Con toda la plantilla disponible, Senovilla valora lo que tiene, y lo que se necesita para el encuentro: “Tenemos que hacer valer nuestras características. Somos capaces de desarrollar un muy buen trabajo defensivo, somos un equipo muy duro con gente grande que ayuda mucho a la portería y sabemos imprimir un ritmo muy alto durante los sesenta minutos de los partidos. Hemos aprendido que los partidos no se deciden en la primera parte, y a aprovechar nuestra condición física y la profundidad de nuestro banquillo”.