El cuidado y respeto hacia la Ofrenda de los Cirios por parte de los vecinos de Santa María la Real de Nieva se vio ayer recompensada con el acto de entrega del reconocimiento esta seña de identidad del municipio como Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial. Un acto que sirvió también como reconocimiento a los santamarienses, que han sabido conservar una celebración que podría remontarse al siglo XIV.
El diputado de Cultura, José Carlos Monsalve, entregó el pergamino acreditativo de ese reconocimiento al alcalde de Santa María, Jaime Pérez, en un acto celebrado en el salón de Cortes del conjunto monacal de la villa, completamente abarrotado.
Además, junto al alcalde y el diputado, presidían la mesa la directora del Instituto de Cultura Tradicional Manuel González Herrero, Sara Dueñas, el teniente alcalde Rogelio Muñoz y el cronista oficial de la villa Felipe Molinero.
Al acto también acudieron como invitados autoridades como la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz; el delegado de la Junta, Javier López Escobar; los senadores Paloma Sanz y Juan Ramón Represa; diputados provinciales y alcaldes de la zona, así como alcaldes pedáneos y alcaldes delegados de Santa María.
Tampoco faltaron al acto miembros del consejo asesor del Instituto Joaquín González Herrero y Lorenzo Sancho, y el presidente de la Real Academia de Historia de San Quirce, Antonio Ruiz.
Reconocimiento
El Ayuntamiento de Santa María inició los trámites para la concesión de este reconocimiento en junio de 2013, tras la aprobación de estas figuras de protección por parte de la Diputación. Y por fin, tras un año de trabajo, estudios e informes, en junio de este año, el pleno de la Diputación aprobó el reconocimiento.
La directora del Instituto de Cultura Tradicional Manuel González Herrero, Sara Dueñas, compartió ayer con los vecinos el contenido de ese acuerdo adoptado por unanimidad y recordó que el informe del profesor de la Universidad de Valladolid y miembro del consejo asesor del Instituto presente en el acto, José Luis Alonso Ponga al respecto que destacaba “la implicación social, la decoración de los cirios y la conservación de las coplas”. Aspectos fundamentales para la concesión del reconocimiento.
Con esta declaración, la tradición santamariense contará con el apoyo de la Diputación para la conservación y difusión de esta tradición. Además, promoverá la firma de convenios con el Ayuntamiento y con universidades para la realización de nuevos estudios sobre la fiesta.
Por su parte, el alcalde se mostró esperanzado en que este título suponga un espaldarazo para la villa. A su juicio, Santa María “no puede esperar en esta época un gran polígono industrial o un repunte inmobiliario, si no que tiene que apostar por su cultura y su patrimonio, y, por consiguiente, por el turismo”.
En ese sentido, recordó que la comarca cuenta con importantes recursos, “tenemos cuatro BIC, el Palacio de Hoyuelos, la laguna de Laguna Rodrigo y restos romanos en Paradinas”, recordó, a los que añadió el claustro de Santa María la Real de Nieva y el salón de Cortes donde se desarrollaba el acto.
En cuanto a la fiesta de los cirios, Pérez señaló que es complicado explicar “lo que vive un santamariense en el momento de la Ofrenda. Resulta muy difícil —añadió—aguantar las lágrimas”.
Tras unas palabras del cronista oficial de la villa el alcalde ofreció la ayuda del Ayuntamiento a la Cofradía y solicitó a sus miembros que trabajen para que “el fervor, los cirios y las procesiones se acrecienten”.
Un emocionante vídeo sobre los cirios cerró el acto, antes de que todos los vecinos pudieran disfrutar de un vino español en el claustro de Santa María.
RAÍCES SEFARDÍES
Nadie mejor que el cronista oficial de la villa, Felipe Molinero Rodríguez, para recordar la que se conoce y lo que queda por descubrir de esta fiesta tan especial. Él mismo baraja hasta nueve hipótesis sobre su origen, la primera se remonta descubrimiento de la imagen de la Virgen de la Soterraña, a finales del siglo XIV; aunque la más documentada data de 1467, cuando tras una donación a los dominicos para alumbrar a la imagen, el oferente apunta que lo que sobre se utilice para comprar dos cirios grandes.
Molinero, quien ha tenido un papel esencial en la consecución de esta declaración, habló de las figuras que participan en la fiesta como los cofrades, pedidoras, cantarinas o cargadores. A su juicio, es “una manifestación religiosa, que tiene también algo de folklore”. El cronista realizó un relato del desarrollo de la tradición, y se refirió de forma especial a algunas de las coplas que se cantan a la Virgen, en las que no faltan, por ejemplo, las referencias a los cautivos de Argel por cuya liberación se pide la intercesión de la Soterraña.
