La literatura, la memoria y la tradición sustentan las tres películas que, con temáticas variopintas, han competido este lunes en la tercera jornada de proyecciones de la 67ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), todas ellas con el sello de nuevos autores.
“Nothing”, una coproducción germano-danesa, es la adaptación a la gran pantalla del best-seller “Intet”, de la novelista danesa Janne Teller, mientras que “Le otto montagne” esta basada en el relato homónimo de Paolo Cognetti, y “Alma viva” parte de la primera memoria de su autora en el país del que emigraron sus padres.
Han sido los tres filmes en competición dentro de la sección oficial de largometrajes del festival de cine de Valladolid, certamen que ha dedicado esta jornada al Día de Castilla y León con la entrega, al realizador leonés Chema Sarmiento, de la primera de las siete Espigas de Honor previstas durante esta edición.
En su segunda película (“Nothing”), ahora junto a Seamus McNally, la realizadora danesa Trine Pill no se deja en el tintero ninguna de la cuestiones que gravitan en el best-seller de su compatriota Teller, un planteamiento vital y filosófico desde la perspectiva de un grupo de adolescentes. “Gira en torno a la cuestión de qué nos importa realmente en la vida y de que en la vida hay que hacer muchos sacrificios”, ofrecimientos como los que realizan los colegiales de la película para tratar de convencer a un compañero, escéptico, descreído y relativista, de que sí existen cosas que realmente tienen valor, ha afirmado Piller durante una rueda de prensa tras la proyección.
Con sus casi dos horas y media de duración, la película más extensa de todo el festival, “Le otto montagne”, ha conmovido al público y crítica con un mensaje que no por reiterativo deja de remover conciencias y de dibujar un horizonte nada halagüeño si se sigue maltratando el medio ambiente.
Es la primera película al alimón de los belgas Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, la versión fílmica del libro homómino de Paolo Cognetti, rodada en los Alpes e Himalaya, y que recibió el Premio del Jurado el pasado mayo en Cannes, compartido con “EO”, de Jerzy Skolimowski, proyectada este pasado domingo en Seminci y con la que vuelva a competir, ahora en Valladolid.
La montaña vertebra en todo momento la historia de amistad que durante treinta años protagonizan Pietro y Bruno en un aldea del Valle de Aosta italiano, presentados como arquetipos del medio urbano y rural, uno veraneante y el otro nativo.
Ha concursado también la francesa Crisèle Alves Meiras, hija de emigrantes portugueses, con “Alma viva”, su primera película que ha estrenado recientemente en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y que en Valladolid ha sido muy bien acogida. Elegida para representar a Portugal en los Óscar, “Alma Viva” funde ficción pero tiene un fuerte componente autobiográfico con la infancia de la directora en el pueblo de su familia, en la comarca portuguesa de Tras-Os-Montes, al noreste del país.
