Con la apariencia de tener la capacidad suficiente para dar al hierro una textura moldeable, Juan Jesús Villaverde logra hacer de su trabajo una gran obra de arte. Se trata de la exposición que ayer se abrió en el Teatro Juan Bravo, donde muestra 20 esculturas realizadas con hierro reciclado.
La muestra podrá verse hasta el próximo 16 de diciembre y está integrada por elementos que tienen un peso medio de 50 kilogramos, pero también hay otros que llegan a los 90.
La primera obra de este abulense data del año 1996 y todas ellas están basadas en la reutilización de aperos de labranza, herramientas y otros objetos cotidianos, siempre de hierro con acabado oxidado y unidos mediante soldadura eléctrica.
La mayor parte de sus obras son figurativas aunque no faltan las obras de concepto, a menudo con tintes de humor, que resultan muy cercanas para los espectadores. La mayor parte de sus obras reproducen escenas rurales, y en su repertorio también cuenta con figuras abstractas.
El autor utiliza la soldadura eléctrica para realizar sus trabajos, y casi todos están dotados de un óxido “pero controlado, porque el óxido es el estado natural del hierro”, manifiesta.
En la inauguración Juan Jesús Villaverde manifestó su alegría por haber expuesto en Segovia, “ya que por la proximidad a mi pueblo, Arévalo, me parecía importante”, pero sus trabajos ya han estado en otros lugares de la provincia como el castillo de Cuéllar o en Nava de la Asunción.
De las piezas mostradas, el autor asegura sentir cierta predilección por la que representa a una niña tocando la flauta travesera, pues se inspiró en su hija; o la de un segador sentado, que le recuerda una etapa en la que estuvo postrado a causa de un accidente.
